Pronto podremos consultar nuestro teléfono o escuchar música simplemente moviendo los labios, sin decir una palabra. Un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell Él desarrolló gafas de sonar que pueden rastrear los movimientos faciales e interpretarlos como comandos.
Cómo funcionan las gafas de sonda
ruidong zhang, estudiante de doctorado en Cornell, es el cerebro detrás de este proyecto innovador. Las gafas de sonda utilizan pequeños micrófonos y parlantes para detectar las palabras que “hablamos” en silencio y transmitir comandos a nuestro dispositivo. El sistema se basa en otro de los inventos del equipo, unos auriculares inalámbricos, y en modelos anteriores que utilizaban cámaras.
Gracias a esta nueva forma, ya no es necesario llevar auriculares ni estar encuadrado por una cámara. cheng zhang, profesor asistente de ciencias de la información en Cornell, explica que el sistema requiere unos minutos de datos de entrenamiento, como leer una serie de números, para aprender los patrones de pronunciación del usuario. Una vez listo, el dispositivo de sonda envía y recibe ondas sonoras al rostro del usuario, detectando movimientos de los labios y analizando perfiles de eco en tiempo real a través de un algoritmo de aprendizaje profundo. con un 95% de precisión.
Aplicaciones prácticas dedicadas a la privacidad
El sistema procesa datos de forma inalámbrica en su teléfono inteligente, lo que permite que el accesorio permanezca pequeño y discreto. La versión actual ofrece alrededor de 10 horas de duración de la batería para detección acústica y, como no salen datos del teléfono, no hay problemas de privacidad.
La privacidad también es un factor importante al considerar los posibles usos de esta tecnología en la vida real. Zhang sugiere que las gafas de sonda podrían usarse para controlar la reproducción de música (manos libres y sin mirar) en una biblioteca silenciosa o para dictar un mensaje durante un concierto ruidoso, donde las opciones estándar no funcionarían.
Una de las perspectivas más interesantes implica el uso de esta tecnología por parte de personas con algunas discapacidades del habla, que podrían utilizar las gafas para “dictar” texto en silencio a un sintetizador de voz, que luego pronunciaría las palabras en voz alta. "Creemos que las gafas se convertirán en una importante plataforma informática personal para comprender las actividades humanas en situaciones cotidianas", afirma Cheng Zhang.
Un salto verdaderamente notable en la tecnología portátil.