Con una serie de tuits informales pero entusiastas ryan oksenhorn, el fundador de la startup Zipline, presentó el dron del mismo nombre. Es un avión de reparto silencioso, preciso, respetuoso con el medio ambiente y con un diseño que personalmente me parece realmente adorable.
Zipline: país al que vas, entrega kawai
Después de millones de kilómetros de probar el antiguo método de entrega lanzando paquetes con un paracaídas, el equipo de Zipline ideó un sistema mucho más sofisticado y costoso. Una especie de "dron madre" Zipline permanece suspendido a unos cientos de metros en el aire y un "dron bebé" que contiene el paquete a entregar se baja mediante un cable.
El dron "niño", equipado con sus propios propulsores para compensar el viento y la inercia, identifica dinámicamente el punto de aterrizaje, deposita el paquete y regresa al "dron madre" en sólo 10 segundos. Práctico y seguro.
Que dices
sur sitio oficial de la startup Oksenhorn llama (no sin énfasis) a este sistema de entrega el mejor jamás visto en el planeta. El dron pasa la llamada "prueba del vecino": es tan silencioso que tus vecinos ni siquiera notarán la entrega.
No solo eso: dada la estabilidad, los drones de Zipline pueden alcanzar velocidades de hasta 110 kilómetros por hora (70 millas por hora) y entregar en cualquier condición climática.
Buenos prospectos
Teniendo en cuenta el "resultado medioambiental" de este dron de reparto (emite 34 veces menos carbono que los coches de gasolina y 9 veces menos que los coches eléctricos), Zipline realmente puede dar su opinión.
Por supuesto, queda por verificar estas cifras y comprender cuánto cuesta comprar, operar y mantener estos drones. Pero si la visión de Oksenhorn se hace realidad, tendremos entregas silenciosas, precisas, eficientes, respetuosas con el medio ambiente y (para mí, como se mencionó) adorables.
Zipline podría representar un paso adelante hacia un futuro fascinante y funcional, en el que la tecnología cambie nuestra forma de vivir de una manera útil y placentera.