Le nuevas tecnologías han estado impregnando todos los sectores de producción de la industria italiana durante décadas. Ya en 2020 más allá la 80% de las pymes implementó la mitad de las tecnologías designadas por Europa para definir una empresa digital, según los hallazgos delISTAT. Sin embargo, el viaje todavía parece largo y todavía queda un largo camino por recorrer.
Las empresas se esfuerzan por implementar maquinaria nueva e automatizar procesos, a través de software y programas que pueden gestionar flujos de trabajo de forma automática y sin intervención humana. De la comunicación, al marketing, de la venta al almacén, del abastecimiento a las líneas de montaje, la investigación que realizan las empresas es precisamente la de optimizar recursos y resultados, sin desmerecer la calidad de los productos y servicios, pasando por la innovación tecnológica.
Una transición delicada, por tanto, que sanciona la transición de las pymes a empresas 4.0 y que requiere un acompañamiento de profesionales calificados, que conocen el tema y son capaces de diseñar el gestión de nuevos procesos de manera cualificada. L'ingeniero de gestión es la figura más idónea para acompañar a las empresas en la implantación de nuevas tecnologías en sus procesos de trabajo.
Esta nueva figura profesional, cada vez más demandada por las empresas, cuenta con todas las competencias transversales útiles para optimizar el trabajo de las empresas y apostar por la calidad y aumentar el ROI.
Por eso, hoy, estudiar administración de ingeniería significa abrir las puertas a un futuro laboral seguro y sentar las bases para una carrera sólida y próspera dentro de las empresas más innovadoras y vanguardistas.
¿Por qué exactamente el ingeniero de gestión
La colegio de Ingenieria ciertamente no nació ayer. Los ingenieros existen desde hace siglos y son ellos quienes, con sus inventos y habilidades técnicas, han permitido que el mundo progrese.
Las investigaciones e innovaciones realizadas en los campos de la construcción, mecánica, informática y aeronáutica han sido perpetradas casi en su totalidad por ingenieros o figuras con amplios conocimientos en el sector de la ingeniería.
En cierto sentido, incluso la gestión de una empresa y sobre todo sus procesos de producción y trabajo pueden ser ingenieriles.
Sin embargo, la del ingeniero de dirección es una figura algo diferente, ya que además de las habilidades técnicas propias de esta disciplina, en lo que se refiere al diseño de componentes de maquinaria e infraestructuras de empresa, es necesario que también tenga conocimientos en materia de economía y finanzas corporativas, administración de cuentas, Marketing e administración de recursos humanos.
Esto se debe a que la transición de las empresas hacia las nuevas tecnologías repercute en la gestión empresarial integral y no solo en el sector productivo. También involucra a todos los demás departamentos de la empresa, desde administración hasta ventas, desde investigación y desarrollo hasta marketing y promoción. Incluye a todos los empleados, recursos económicos, partes interesadas, todo lo que contribuye a la formación del modelo de negocio y de la propia organización.
Por ello, el ingeniero de dirección, a diferencia de los colegas especializados en sectores técnicos específicos, juega un papel más transversal e imprescindible para la gestión eficaz de la empresa.
¿Qué hace realmente un ingeniero de gestión?
El ingeniero de gestión es responsable de analizar los procesos de producción y organizacional empresarial, con el objetivo de rediseñarlos para optimizar la implementación de nuevas tecnologías dentro de la misma.
Está en juego, por tanto, la revisión de tareas y funciones, la redistribución de los recursos humanos, la formación para el aprendizaje de nuevas tareas, la contratación de nuevos profesionales, la sustitución de maquinaria, la implantación de software, las automatizaciones e incluso los despidos, si es necesario.
No sólo eso, la intervención del ingeniero de gestión también tiene en cuenta los recursos disponibles para nuevas inversiones y evalúa la viabilidad y la necesidad de encontrar nuevas fuentes de financiación implementar las innovaciones necesarias, sin olvidar la planificación del presupuesto y los tiempos utilizados para el retorno de la inversión. No es casual, por tanto, que el ingeniero de dirección apoyar a la alta dirección en las decisiones a tomar para acelerar e implementar innovaciones dentro de la empresa.