Incluso los genios de la tecnología pueden tener miedos (si no un sentimiento de culpa velado). El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, confesó recientemente en una entrevista con ABC Noticias de tener “un poco de miedo” de su creación, ChatGPT. ¿Cuál podría ser el impacto de esta inteligencia artificial en el mundo del trabajo?
Tiembla, creadores
Como se mencionó, Sam Altman admite que teme el efecto que ChatGPT (especialmente después del lanzamiento) de su nueva versión) podría tener en muchos trabajos. Para ser honesto, según él, la IA será lo más importante jamás desarrollado por el hombre y tendrá un gran impacto en nuestra vida diaria.
GPT-4 puede aprobar el examen de la abogacía y obtener las mejores calificaciones en varios exámenes universitarios. Los profesores ya lo utilizan para generar planes de lecciones y cuestionarios para los estudiantes, y es solo el comienzo.
Por supuesto, como otros Altman también está convencido de que la inteligencia artificial también puede crear nuevos y mejores puestos de trabajo, pero es consciente de que esta transición podría ser muy dolorosa. Y por ello cree imprescindible regular la tecnología basada en inteligencia artificial.
Sam Altman: buscando reglas desesperadamente
El CEO de OpenAI dijo que está en contacto regular con funcionarios del gobierno y cree que ya es casi una necesidad de emergencia involucrar tanto a los reguladores como a la sociedad en el desarrollo de tecnologías como ChatGPT.
Sam Altman, en resumen, cree que solo la comparación constante podría ayudar a evitar las consecuencias negativas de su uso generalizado. Y tiene razón.
Proceda con precaución
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, es comprensible que incluso figuras prominentes como Sam Altman se preocupen por las consecuencias de sus propias creaciones.
Sin embargo, es precisamente esta conciencia la que puede guiarnos hacia un futuro mejor, en el que la inteligencia artificial sea regulada y utilizada para mejorar verdaderamente nuestras vidas, no para destruirlas.
No sé ustedes, pero yo prefiero un genio "un poco asustado" al mando de esta revolución, que alguien que se preocupe por los riesgos.