¿Y si pudiéramos aprender a regenerar huesos humanos estudiando las astas de los ciervos? Suena extraño, pero eso es exactamente lo que un grupo de científicos está tratando de hacer. Las astas de venado vuelven a crecer cada primavera, a veces a razón de 2,5 cm (una pulgada) por día. Ahora, los científicos quieren descubrir cómo usar las células que alimentan este crecimiento para dar a los humanos la misma capacidad de regenerar extremidades.
En un estudio publicado en Science (lo enlazo aqui), un equipo de la Universidad Politécnica del Noroeste en Xi'an, China, logró trasplantar células progenitoras de blastema de asta de ciervo en la frente de ratones. que se convirtió en pequeños tocones en 45 días.
Una habilidad única entre los mamíferos.
Las astas de los ciervos son el único órgano conocido de los mamíferos que se regenera cada año y también son uno de los tejidos de más rápido crecimiento. El estudio que examinó el blastema en ciervos identificó las células responsables de la regeneración de las astas primaverales. Los científicos descubrieron que en las semanas previas a la caída de las astas, las células madre abundaban en los muñones (la parte que permanece "fija" en las astas del ciervo). Estas células se transforman en células progenitoras del blastema de asta después de desprenderse y luego se endurecen formando cartílago y hueso.
Aunque muchos mamíferos tienen el mismo tipo de células autorrenovables, sólo los ciervos las utilizan para regenerar sus astas. Este estudio sugiere que los mamíferos pueden tener un mecanismo de regeneración distintivo. El éxito en la transferencia de estas células de ciervos a ratones genera esperanzas de que algún día pueda haber una “aplicación clínica en la regeneración de las extremidades humanas”, como afirma el estudio. “La inducción de células humanas en células similares al blastema córneo podría usarse en el medicina regenerativa también para tratar lesiones esqueléticas".
Regeneración de extremidades, ¿un futuro posible?
Al parecer, la investigación del blastema en ciervos es algo verdaderamente revolucionario. Si algún día volvemos a encontrar nuestro brazo después de una amputación, tal vez sepamos a quién agradecerle.