Un grupo de científicos coreanos ha matado dos pájaros de un tiro, desarrollando una membrana capaz de generar electricidad y actuar como filtro para limpiar el agua sucia de impurezas.
Miles de millones de personas en todo el mundo sufren por la falta de agua limpia y electricidad. Un proyecto dirigido por un equipo del Instituto de Ciencia y Tecnología de Corea (KIST) y la Universidad de Myongji promete proporcionarlo.
El sorprendente invento funciona gracias a un proceso llamado “ósmosis inversa asistida eléctricamente”. En pocas palabras, la membrana utiliza la diferencia de presión entre dos líquidos para generar electricidad y, en el proceso, purificar el agua.
El filtro “mágico”
El material "sándwich" que constituye el filtro está compuesto por una capa de membrana porosa capaz de filtrar contaminantes menores a 10 nanómetros, eliminando así microplásticos y partículas de metales pesados. Sin embargo, en términos de rendimiento, el EPM muestra una potencia máxima de 16,44 µW y 15,16 mJ de energía.
Cuando el agua fluye sobre una capa de polímero conductor colocada perpendicular a la membrana, se genera corriente continua gracias al movimiento horizontal de los iones. La membrana se puede producir en cualquier tamaño gracias a la impresión 3D, lo que la hace adaptable a numerosos proyectos comerciales.
Los resultados de la investigación se publicaron en el último número de Advanced Materials (te los enlazo aqui).
Posibles aplicaciones
Il Dra. Ji-Soo Jang, quien dirigió el equipo KIST, señala que las posibles aplicaciones incluyen sistemas de gestión de la calidad del agua y emergencias energéticas, particularmente en áreas rurales o lugares sin red eléctrica. El equipo de investigación está trabajando actualmente para mejorar la calidad del agua producida por el filtro y desarrollar la membrana para uso práctico en el campo.
Evidentemente, como cualquier innovación, esta tecnología también tendrá que afrontar varios retos antes de poder adoptarse a gran escala. Será necesario considerar la eficiencia energética del sistema, el coste de producción y la durabilidad del filtro en el tiempo.
Sin embargo, en general la oportunidad es extraordinaria: vale la pena seguir su evolución.