¿Has oído hablar alguna vez del “paciente de Dusseldorf”? El paciente, llamado así para proteger su privacidad, fue presentado en 2019 por un equipo de investigación que había ilustrado su camino en el tratamiento del VIH. Hoy, después de años de seguimiento, hay confirmación de su recuperación: es la quinta persona en el mundo que ha vencido al virus y a la enfermedad ligada a él. Una esperanza para todos, que poco a poco se convierte en certeza.
No hay más
Médico Bjorn-Erik Ole Jensen presentó los detalles del caso en una publicación en “Nature Medicine” (te lo enlazo aqui). El artículo explica completamente por qué se trata de una recuperación real y no simplemente de una remisión a largo plazo.
Efectivamente, tras la rueda de prensa de 2019, el "paciente de Dusseldorf" suspendió toda terapia: sin embargo, cuatro años después no hay señales de la presencia de virus en su organismo.
Una diferencia más que sustancial. El VIH es un virus que, una vez contraído, puede durar toda la vida, ya que el virus no se elimina completamente del organismo. Afortunadamente, con los medicamentos modernos, las personas con VIH pueden vivir una vida larga y saludable. Estos medicamentos actúan para controlar la replicación del virus, evitando que se dañe el sistema inmunológico y manteniendo bajo el nivel del virus en la sangre. De esta manera, las personas con VIH pueden prevenir el desarrollo del SIDA y vivir una vida prácticamente normal.
¿Cuándo es la curación para todos?
No me andaré con rodeos: ésta es la pregunta que se plantea a todo el mundo, con legítima (pero relativa, después de más de 30 años) "impaciencia". Más legítimo aún si consideramos que el camino hacia la recuperación completa del VIH parece haber encontrado ahora un camino principal con el trasplante de células madre: el tratamiento al que, en diversas formas, fueron sometidos los cinco pacientes que se recuperaron a lo largo de esos años.
Sin embargo, aún queda trabajo por hacer: el trasplante de células madre es un procedimiento arriesgado que actualmente no se puede ofrecer a todos los pacientes. “Es sorprendente lo difícil que ha sido esta batalla contra el VIH, pero cada vez que se trata a un nuevo paciente nos acercamos un poco más a la meta”, explica el Dr. Todd Ellerín, un experto en enfermedades infecciosas de South Shore Health.
Es cierto: cada nueva curación ofrece información mucho más valiosa para extender esta cura a todos. Y este auspicioso número 5 es justo lo que la mano abierta de una persona puede mostrar mientras saluda.
Tal vez para despedirse de un monstruo que la atormentó durante demasiado tiempo.