La robótica da un pequeño pero importante paso adelante (con sabor a Terminator 2): un diminuto robot humanoide capaz de cambiar de forma, pasando de un estado líquido a uno metálico, para atravesar fácilmente escenarios difíciles.
¿No te recuerda a algo?
El robot desarrollado por la Universidad de Hong Kong tiene un gran potencial debido a su extrema ductilidad. Una característica que lo hace capaz de superar diversos límites y utilizable en diversos campos: desde el ensamblaje de componentes electrónicos hasta la medicina.
Los investigadores hicieron que este artilugio hiciera de todo: superar obstáculos, retirar o colocar objetos dentro de un modelo del estómago humano. Incluso entrando en estado líquido para escapar de una jaula antes de volver a su forma humanoide original (adjunto vídeo). No, en serio, ¿no te recuerda a ese tipo?
Robot “sólido y líquido”: una vez más el mérito es del biomimetismo
La promesa de los robots blandos es interesante. Muchos pequeños robots blandos podrán usarse en una variedad de situaciones, como trabajos de reparación delicados o la entrega dirigida de medicamentos a lugares demasiado pequeños o complicados para que los humanos los manejen con herramientas tradicionales.
Sin embargo, los materiales actuales son demasiado duros para facilitar realmente el movimiento en espacios reducidos o esquinas estrechas, o demasiado flexibles para tener suficiente fuerza y maniobrabilidad.
El equipo de investigación de la Universidad Sun Yat-sen de China, dirigido por Pan Cheng Feng y su colega Qing Yuan Wang, buscó (como en muchos otros casos) inspiración en la naturaleza para encontrar un compromiso. Organismos como los llamados "pepinos de mar" pueden modificar la rigidez de sus tejidos para mejorar la capacidad de carga y limitar el daño físico: los pulpos, en cambio, pueden modificar la rigidez de sus brazos para camuflarse, manipular objetos y moverse. .
¿El resultado?
Después de explorar varias opciones, los investigadores optaron por utilizar galio, un metal blando que se vuelve líquido sólo unos pocos grados por debajo de la temperatura del cuerpo humano.
Al agregar partículas magnéticas a una matriz de galio, el resultado es una “máquina magnetoactiva de transición de fase sólido-líquido”, capaz de cambiar de forma simplemente con el calor de las manos. Suficiente, lo llamaré T-1000.
Robot líquido-sólido, unas palabras sobre aplicaciones prácticas
Como ya hemos mencionado, los investigadores crearon un modelo del estómago humano e introdujeron en él el robot recién desarrollado. ¿La tarea? Encontrar, “incorporar” y sacar un cuerpo extraño del estómago. Misión cumplida: esto sugiere que en el futuro será posible hacer este viaje en ambas direcciones: para retirar objetos, pero también para distribuir drogas.
Nuevamente: robots como este podrían moverse sobre circuitos dañados y "soldar" directamente el daño para repararlo. O filtrarse como un líquido en los agujeros y luego convertirse en tornillos sólidos para mantener unidos los objetos.
Sin embargo, antes de que veamos cosas como esta en acción, se necesitan algunas modificaciones. Por ejemplo, debido a que el cuerpo humano tiene un punto de fusión más alto que el del galio puro, un robot diseñado con fines biomédicos podría tener una matriz de aleación a base de galio que elevaría el punto de fusión manteniendo la funcionalidad. Esto, dicen los investigadores, requiere más investigación.
“Las próximas investigaciones explorarán más a fondo cómo se podrían utilizar estos robots en un contexto biomédico. Lo que estamos mostrando son sólo demostraciones, pruebas de concepto. Se necesitarán muchos más estudios para investigar su uso eficaz para administrar medicamentos o eliminar objetos extraños".