¿Cuántas veces hemos escuchado (o dicho) la expresión “Me gustaría meterme en tu cabeza para saber tus pensamientos”? No es ningún secreto que algunas empresas están invirtiendo en esta dirección y realmente quieren hacerlo. Los primeros campos de aplicación de las tecnologías para “espiar” el cerebro son, ni que decir tiene, los entornos laborales.
Un sector en crecimiento
En los últimos años, han surgido varias empresas que ofrecen dispositivos para leer la mente de los trabajadores.
¿Te suena a ciencia ficción? No lo es.
La startup israelí ojointerno, por ejemplo, ha desarrollado auriculares que combinan aprendizaje automático con el poder innato de la mente humana “ayudando a los trabajadores”, dice la empresa, “a eliminar la indecisión y trabajar más rápido que nunca”. En EE.UU. otra startup, la Emotiv, afirma poder monitorear el bienestar de los empleados utilizando auriculares inalámbricos especiales con electroencefalogramas incorporados.
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Desde el sitio web de InnerEye
¿Distópico? Seguro. Pero no debería sorprendernos.
Este es un mercado en crecimiento y, al igual que con otros servicios y productos considerados beneficiosos, los empleadores están comenzando a invertir.
Las startups del sector son muy conscientes del poder "inquietante" de estas tecnologías. Por ello se intenta minimizar dudas y reparos con el marketing, potenciando las fortalezas.
¿Cual? Se trata de herramientas para el bienestar y la productividad de los empleados, afirman. Transforman a los trabajadores en “súper soldados” del desempeño (según InnerEye), o simplemente en personas más felices (según Emotiv).
¿Podrían técnicamente monitorear a los empleados, “espiar” su actividad mental?
Las empresas implicadas admiten que sí. Por otro lado, sus tecnologías fueron creadas precisamente para hacer eso. “Pero sólo por su propio bien y por su propio interés”, aseguran.
“El potencial distópico de esta tecnología no se nos escapa”, dice bronceado le, CEO y co-fundador de Emotiv.
Estamos muy enfocados en elegir socios que quieran introducir esta tecnología de manera responsable: deben tener un deseo genuino de ayudar y empoderar a los empleados.
bronceado le
Es importante destacar que este enfoque de marketing de empleados busca distanciar estos dispositivos del “bossware”, un sector creciente de tecnología de consumo comprometido a brindar vigilancia a los empleados en un mundo de trabajo cada vez más remoto.
Por otro lado, lo sabemos: si un cierto tipo de líder de la "vieja escuela" no puede mantener a todos físicamente cerca de él, quiere poder espiarlos incluso desde la distancia.
Sí: ¿qué pasa con la privacidad?
“Los datos de sus electroencefalogramas pertenecen al trabajador”, aseguran las dos startups. Y el trabajador deberá “permitir explícitamente que se comparta de forma anónima una copia de los mismos con sus superiores”.
¿Podemos apostar a que muchos lo harán "espontáneamente", so pena de no ser contratados?
Dejando a un lado la privacidad, el quid de la cuestión es precisamente este: será necesario comprender en qué medida chocarán las necesidades de los empleadores con un frente único de trabajadores.