Todos los vehículos y, en consecuencia, todos los automóviles tienen un parachoques trasero y uno delantero. El objetivo de esta pieza es obviamente proteger la carrocería y, en consecuencia, amortiguar los golpes para garantizar una mayor seguridad en el interior del habitáculo en caso de accidente. De hecho, se le llamó "parachoques" precisamente porque interviene de manera fundamental durante un accidente. En los primeros vehículos esta pieza estaba fabricada íntegramente en acero, pero con el tiempo se comprobó que este material sufría daños permanentes como abolladuras, rayaduras y, en el peor de los casos, roturas permanentes.
Posteriormente se decidió utilizar otros materiales, como el polipropileno y el plástico, con mayor flexibilidad y resistencia en caso de accidentes. De hecho, en concreto, el polipropileno tiene dos características que lo hacen perfectamente apto para realizar esta función, y son:
- la capacidad elástica: en la práctica, el parachoques consigue volver a su forma original inmediatamente después de un impacto, y esto, además de garantizar una mayor seguridad frente a los impactos, también evita tediosas operaciones de mantenimiento para el usuario;
- Capacidad plástica: una vez superado el límite de capacidad elástica, el paragolpes se romperá, pero habrá cumplido su función protectora.
Los precios de un parachoques delantero varían, se pueden encontrar mas informacion aqui en este enlace, donde podéis ver que va desde los 30€, pasando por los 40€, pero llegando a superar los 200€.
Pero, ¿cómo se fabrica un parachoques delantero?
En primer lugar, hay que decir que el parachoques delantero es una parte visible de todos los coches. Es una pieza "externa" que, por lo tanto, también debe cumplir un requisito estético. También mucha gente confunde el paragolpes delantero con el guardabarros, pues no son lo mismo. Ya hemos destripado la función del primero, mientras que el segundo sirve esencialmente para proteger todo el vehículo del barro, los guijarros y los escombros que pueden impactar contra la carrocería durante la conducción. Nacido originalmente para coches de caballos, luego se montó en bicicletas y motocicletas, y luego en automóviles.
Los paragolpes cambian según el coche, pero también según el uso que hagamos del vehículo. Por ejemplo, en los coches tuning el paragolpes es aún más importante que en un vehículo urbano común.
Por lo general, un parachoques se coloca en el perímetro delantero del vehículo inmediatamente debajo de los faros, y es un elemento de un automóvil que se puede personalizar. Son famosos los casos de deportivos que, como el Fiat X1/9, iban equipados con un estrado, o en algunos casos esta pieza suele teñirse de forma diferente al resto del vehículo para realzarla.
Vayamos al meollo del asunto y veamos si es ilegal conducir un vehículo sin parachoques y qué tipo de sanción corre el riesgo de incurrir. También veremos brevemente cuánto y cómo es posible personalizar su parachoques dentro de los límites permitidos por la ley.
Entrando en detalles, el artículo 79, precisamente los apartados 1 y 4 del Código de Circulación, establece que el conductor que sea advertido por la policía de tráfico conduciendo un vehículo sin paragolpes puede ser sancionado con una multa que va del 71 (pago reducido) a 286 euros . Pero eso no es todo, porque esta multa también se puede imponer si el paragolpes ha sido manipulado, mal montado o modificado. Asimismo, los policías de tránsito, de conformidad con el artículo 80 párrafo quinto del Código de Circulación, reportarán el vehículo a las Oficinas de Motorización Civil para una inspección extraordinaria.
La única nota positiva es que no está prevista la deducción de puntos del carnet de conducir, pero queda la gran pérdida de tiempo y dinero, dada la visita a la Motorización Civil, y la multa a pagar. Evidentemente, hay una manera de evitar incurrir en una multa por conducir sin parachoques. De hecho, habrá que demostrar a los policías de tráfico que esta carencia es temporal. Esto se puede hacer mostrando un certificado que indique que ha habido un accidente, o presentando un presupuesto/factura para documentar que esta parte está siendo reparada actualmente. El problema de la ausencia de paragolpes delantero afecta a otro aspecto en el 90% de los casos. De hecho, en la mayoría de los vehículos la placa de matrícula va pegada al parachoques, y por tanto en ausencia de éste resulta complicado aplicar correctamente la placa de matrícula.
Finalmente, pasemos a la personalización. Aquí quedan unas vueltas por hacer, la única forma de saber si tu parachoques es legal y nos permite circular sin incurrir en infracción, es acudir al Departamento de Vehículos a Motor para que lo revisen.