Las emisiones contaminantes de metano combinadas de 15 de las empresas cárnicas y lácteas más grandes del mundo equivalen al 80 por ciento de las de toda la Unión Europea (UE) y más que las de Rusia, Canadá y Australia, según una nueva investigación.
Si estas 15 empresas fueran un país, se lee en el documento, estaría entre las 10 primeras del mundo por emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero.
"No podemos seguir teniendo un puñado de empresas revisando tantos animales", dice. shefali sharma, director de la oficina europea de la IATP que realizó la investigación (te lo enlazo aqui).
Emisiones contaminantes, megaempresas enemigas del ecosistema
Aunque los datos ya son enormes, los investigadores están dispuestos a señalar que el cálculo de las emisiones contaminantes podría ser aún mayor. La falta de transparencia de estas pocas grandes empresas dificulta medirlas. Los resultados son, por lo tanto, una estimación basada en los datos disponibles de las prácticas agrícolas y la producción de leche.
Emisiones bestiales
Una advertencia inicial, publicada el año pasado, encontró que el ganado, especialmente las vacas, era responsable de aproximadamente un tercio de las emisiones de metano generadas por el hombre.
Las vacas y otros animales de pastoreo, como las cabras y las ovejas, producen metano cuando eructan. Y eso es un gran problema, porque el metano es un potente gas de efecto invernadero. ES 80 veces más caliente de CO2 en sus primeros 20 años en la atmósfera.
Debido a su corta vida media, según la ONU, reducir las emisiones contaminantes de metano tendría un impacto rápido en el calentamiento global.

Come más verde, por tu salud y la del planeta
Muchos científicos han declarado que cambiar a una dieta más rica en plantas es una respuesta esencial a la crisis climática.
en 2018 la Universidad de Oxford estimó en este estudio que tendríamos que reducir nuestro consumo de carne en un 90% para evitar el colapso climático (e reducir el riesgo de cáncer). En abril de 2022, un informe de Naciones Unidas lo dejó claro: el mundo necesita comer menos carne. Y se necesitan medidas urgentes contra las emisiones contaminantes de metano.
No obstante, los líderes mundiales y la opinión pública son reacios a aceptar lo que organismos internacionales, científicos y activistas: nuestras dietas son insostenibles.