El futuro es una plataforma. El automóvil se está convirtiendo cada vez más en un punto de partida para ser ampliado con diferentes configuraciones según sea necesario. Hoy tenemos opciones bastante limitadas, pero la llegada de los vehículos autónomos liberará espacio en el habitáculo y dará a los fabricantes la posibilidad de cambiar radicalmente los procesos de construcción y los factores de forma.
Durante algún tiempo he estado siguiendo los interesantes experimentos de Llegada, un estudio de diseño que ya ha colaborado con importantes actores del sector de la automoción (incluyendo volvo) para explorar el territorio aún virgen de los vehículos polivalentes y autónomos que poblarán las calles del futuro. Un trabajo interesante, como se mencionó, que ya ha producido conceptos respetables, como este tranvía espectacular para la recuperación de las zonas rurales alemanas.
La llegada ANT no es una excepción, y encaja perfectamente entre los enfoques que muestran la revolución del transporte en ciudades que hoy en día están demasiado transitadas.


Voz del verbo convertirse
ANT es un vehículo eléctrico moderno que transporta pasajeros un día y se transforma en un portaequipajes de servicio pesado al día siguiente, cambiando tanto de forma como de tamaño.
Esta libertad proviene de la filosofía con la que fue concebida: como plataforma modular. Y los hechos, el corazón del concepto de los diseñadores Mingwei Liu y Benjamin Miller, están en los diferentes módulos que se pueden acoplar al vehículo eléctrico a pedido.
Desarrollado pensando en escenarios urbanos sofisticados pero caóticos (los diseñadores citan el ejemplo de Londres), el diseño es ultra personalizable para afrontar tanto vías principales (quizás con cargas pesadas) como calles estrechas donde un medio de transporte de dimensiones reducidas es más agradable.


El coche del futuro es un centro de servicio
Los diseñadores miraron más allá de las meras necesidades de desplazamiento y también se centraron en el aspecto utilitario de los vehículos. Consideraron, por ejemplo, las necesidades de los propietarios de tiendas, proveedores de entrega, empacadores y empresas de mudanzas, empresarios, vendedores, restauradores y más.
Una investigación que persigue la megatendencia del "transporte vivo", el transporte que puede ser habitado. Dado que se trastocará el concepto de “pequeño coche” (el coche no sólo ofrecerá transporte y poco más), los vehículos se convertirán en centros de servicio. Podremos dormir, comer, jugar y trabajar mientras nos llevan.
Para satisfacer una amplia gama de necesidades, ANT puede cambiar de forma y aumentar sus espacios interiores tres veces o más.
El único límite es la imaginación.
ANT tiene varios módulos que se pueden conectar al vehículo principal para una variedad de usos. No necesitas diferentes vehículos, todo se hace en la misma plataforma. Ágil y funcional.
Pongamos que compro la plataforma ANT, o me la prestan para su uso. Pagando una cifra (o una suscripción anual) tengo derecho a añadir uno o más módulos adicionales cuando quiera que ANT se convierta en lo que necesito. ¿Las aplicaciones? Infinito, tanto profesional como comercial: desde la entrega a restaurantes móviles, pasando por el transporte de pasajeros o mercancías, nada está excluido.
Confía en que los vehículos modulares y autónomos desempeñarán un papel importante en el futuro del transporte. Esto es especialmente cierto ya que la población sigue creciendo y el tráfico está cada vez más congestionado (ya hay quien empieza a gravarlo). Con los vehículos modulares, los pasajeros pueden viajar juntos en grandes grupos, reduciendo así la cantidad de autos en la carretera. Los vehículos autónomos eliminan la necesidad de conductores humanos, lo que significa que se pueden eliminar aún más automóviles de nuestras carreteras. Estos dos factores por sí solos destacan el gran potencial.
Veamos en qué tiempos y de qué forma se producirá esta transición de época.







