Si eres fanático de Steely Dan, quizás conozcas una canción llamada "IGY". Voy a publicar una muestra a continuación, y la pondré de fondo en las historias de Futuroprossimo en Instagram y Facebook.
Escúchalo. Es una canción alegre, ¿sabes? Hable acerca de un futuro brillante con ferrocarriles submarinos de alta velocidad, energía solar, computadoras gigantes que mejoran la vida y... chaquetas de spandex. Es una canción de 1982, pero habla de un momento aún más lejano. Un año especial, 1957: para ser exactos, elAño Geofísico Internacional.
Ese período marcó un increíble esfuerzo concertado de 67 países para profundizar el conocimiento (y la protección) de la Tierra por parte de la humanidad. Hoy nadie lo recuerda: mi padre tenía 6 años, mi madre apenas 1 año, ni ellos me pueden decir nada. En ese momento, sin embargo, fue una gran noticia.
No fue el primer año geofísico
El verdadero origen de esta "alianza" periódica es más remoto. En 1882 y 1932 se celebraron los Años Polares Internacionales, dedicados a la investigación sobre las regiones polares de la Tierra.
"¿Por qué más de 60 países tendrían que organizar expediciones difíciles, peligrosas y costosas en un entorno tan hostil?" alguien preguntará.
Pregunta a un james van allen (el famoso científico que dio su nombre a un "cinturón" igualmente famoso) y algunos de sus colegas creían que los avances en muchos campos hacían posible el estudio de la geofísica en lugares tan distantes. Y luego 1957 desde el punto de vista científico fue importante: también representó el año de mayor actividad solar.
Pero no se trataba sólo de ciencia.
1957, la convergencia
El IGY fue también una extraordinaria convergencia política. Después de la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría había impedido que el "este" y el "oeste" (es decir, Europa Occidental / EE. UU. y aliados contra la URSS y aliados) cooperaran. Hubo poco intercambio científico entre las dos partes.
Pero este año tuvo algo mágico al respecto. Los panaderos del IGY decidieron que todos los países dispusieran de todos los datos para no repetir el problema del año polar anterior (en 1932 los datos solo los tenían unos pocos países, y acabaron perdiéndose).
Fue el comienzo de muchas cosas especiales.
1957, el año del futuro
¿Cosas para recordar? Alguien.
En primer lugar, la conquista del espacio. Dentro del IGY, la administración del presidente Eisenhower anunció que EE. UU. lanzaría como parte del Proyecto Vanguardia de "pequeños satélites alrededor de la Tierra". En agosto de 1956, los soviéticos anticiparon las mismas intenciones, y las concretaron por primera vez el 4 de octubre de 1957, cuando el legendario Sputnik 1 voló alrededor de nuestro planeta. Tiempo después, Vanguard también logró la hazaña.
A continuación, un “internet” de los años 50, que aún sobrevive hoy! Como parte del esfuerzo por preservar los datos de IGY, el comité organizador estableció un sistema llamado "World Data Center".
EE. UU. tenía el centro de datos "A", la URSS tenía el centro de datos "B", Australia, Japón y Europa tenían el centro de datos "C". Cada centro tenía una copia completa de todos los datos de IGY, a menudo en tarjetas perforadas o cintas magnéticas. Todos los datos almacenados en estos centros debían estar disponibles de forma gratuita.
Este puede haber sido el mayor legado del IGY. El sistema se ha ampliado para incluir 52 centros en 12 países. En 2009, se fusionó con otro servicio de recolección de datos para formar un nuevo sistema ahora conocido como Sistema Mundial de Datos ICSU.
¡Y qué frío!
Al igual que los años polares anteriores, 1957 también se centró en la investigación del Ártico y la Antártida, con la creación de varias bases, algunas de las cuales (como la Estación McMurdo, 1200 personas en 85 edificios y la estación Amundsen-Scott) siguen en funcionamiento.
Se iba a utilizar un campamento para dos personas en el Polo Sur real para localizar con precisión la aurora austral y estudiar a los pingüinos emperador.
Incluso había una estación de investigación flotante allí. Patín de hielo 2, que mapeó el fondo del Océano Ártico. En un emotivo asunto, la tripulación perdió la comunicación por radio con el mundo exterior durante un mes.
Lo que 1957 nos dejó como legado
En materia de cooperación, aquel 1957 permitió el establecimiento de la Tratado Antártico, que dio lugar a una alianza científica entre sus 41 países signatarios. Gracias a este acuerdo se ha recopilado una gran cantidad de datos sobre la Antártida y, lo que es más importante, distribuidos por los Centros Mundiales de Datos.
Desde el punto de vista científico, la bandas de van allen. El mundo aprendió más sobre la profundidad y la cantidad de hielo en nuestro planeta, así como los pronósticos meteorológicos, las profundidades y corrientes oceánicas, el campo magnético de la Tierra, las placas tectónicas y la atmósfera superior. Un salto importante que se dio en tan solo un año gracias al esfuerzo honesto y pacífico de todos.
¿Y hoy?
En 2007 se llevó a cabo el 4º Año Polar, en el que 60 países colaboraron nuevamente en investigación. Entre los "niños" de esta nueva reunión, la Estación Espacial Internacional, aunque no durará para siempre (y Rusia saldrá de eso). Bueno, pero no muy bien, por no hablar de las perspectivas. ¿Terminaremos renunciando a estos hermosos e importantes momentos de cooperación?