Imagine un F-117 Stealth, pero bajo el agua: una especie de 'mantarraya' blindada e hiperrápida de 11 plazas que se escabulle bajo la superficie del agua. Damas y caballeros, aquí está Kronos. Una bestia que vuela bajo el agua con sus 1200 caballos.
¿Cómo se dice? ¿Has visto la foto y parece un renderizado o un objeto ficticio? el equipo de Sistemas de las tierras altas ya había dado esta sensación con su vehículo anfibio Storm. Mucho escepticismo, incluso algunas burlas, pero luego la compañía trajo un prototipo de este pequeño monstruo a la feria HIREX en Abu Dhabi y todos estaban mirando: ver para creer.
Una mantarraya que vuela hasta el fondo
Es evidente que Kronos no fue diseñado para fines turísticos o de lujo, dada la falta de interiores y ventanas. Estoy seguro de que se empleará en una combinación de operaciones comerciales, militares y presumiblemente de rescate.
Con poco más de 9 metros (29,6 pies) de largo, esta 'mantarraya' acorazada pesará alrededor de 10.000 kg (22.000 libras). Sus grandes alas se plegarán hacia arriba, lo que le permitirá ser remolcado en un remolque provocando accidentes a su paso, por exceso de curiosidad.
Una vez en el agua, tiene capacidad para 10 pasajeros más un piloto.
Algunos datos
El sistema de propulsión híbrido consta de un generador diésel con un motor eléctrico de 1.200 caballos de fuerza y 2.400 Nm que impulsa un sistema de propulsión por hidrojet. Puede sumergirse a una profundidad de trabajo de 100 m (328 pies) o una profundidad crítica máxima de 250 m (820 pies), lo cual es razonable en el contexto de las cosas. Para unas 36 horas de "vuelo", incluso el suministro de baterías (y oxígeno) de esta 'manta' no está nada mal. Al encender el generador diesel, la autonomía total puede alcanzar hasta 54 horas. Impresionante.
Notas al margen: iluminación adaptativa, sistema de soporte de vida automatizado y aire acondicionado, y (eso creo que puedo verlo en los diagramas del barco) una fuerte predisposición a los torpedos.
En fin
La apariencia de las armas en construcción se parece cada vez más a lo que vemos en las películas de ciencia ficción, y esto no es precisamente una buena noticia.
Solo espero que al final las principales aplicaciones sean para fines no militares: tal vez "escuelas" de estos artilugios podrían golpear los cráteres de los volcanes submarinos para estudiarlos como sea posible. fuentes de energia, o quién sabe qué más.
Demasiado optimista, ¿eh?