Las plantas, al igual que los humanos, son seres vivos. El hecho de que sean capaces de comunicar información a grandes distancias, con su propio idioma, es fascinante. Ahí Disco silencioso de efecto invernadero pretende entrar en contacto con el mundo oculto de las plantas, algo que todos deberíamos intentar hacer para cuidar el planeta.
Es una instalación de laInstituto Adam Mickiewicz que forma parte de la 23ª Exposición Internacional de Triennale di Milano, el evento de referencia del diseño, la arquitectura y la cultura contemporánea desde hace casi 100 años. ¿Su propósito? Ayudar a las personas a comprender el lenguaje de las plantas y ponerse en contacto con un mundo desconocido. Y es diferente a cualquier otro invernadero que hayas visto.
Greenhouse Silent Disco, plantas en la consola
Este invernadero especial instalado en Milán está equipado con sensores digitales que adquieren datos sobre las plantas y sus reacciones a los estímulos (incluido el ruido del movimiento humano) o las condiciones atmosféricas. Las reacciones se transmiten en forma de destellos de LED y sonidos: en general, es un lugar que nos permite "escuchar" las conversaciones de la Madre Naturaleza, escuchando lo que las plantas tienen que decir.
Las plantas se comunican con el sistema mediante la fotosíntesis y cuando reciben luz pero no la utilizan, a través de un evento llamado fluorescencia de clorofila.
Una discoteca silenciosa
Las luces LED en el invernadero cambian de color y forma según los datos recopilados por los sensores conectados a las plantas. El diseño del invernadero, con su estructura de madera, macetas de terracota hechas a mano y paredes de vidrio reflectante, brinda a los visitantes la sensación de estar en armonía con la naturaleza.
En el interior solo estás tú, rodeado de vegetación y sonidos relajantes que te dan una idea de lo que las plantas intentan comunicar. Si tan solo pudieran hablar de verdad...
Por una vez, sin embargo, es agradable que sean las “reinas de la fiesta”, reinas del baile con extraordinarias habilidades sensoriales, en una discoteca donde el silencio de la naturaleza se convierte en armonía.