La tecnología nos ofrece rápidamente medios inmersivos "experimentados" en primera persona: la llegada del "metaverso" ha reavivado el interés por las tecnologías de realidad virtual y aumentada. Sin embargo, hay una rama muy infravalorada que jugará su papel en el futuro, especialmente en el campo de la medicina: es la telepresencia.
A diferencia de la realidad virtual, que lleva a los usuarios a entornos mayoritariamente simulados, la telepresencia (también conocida como telerrobótica) utiliza robots remotos para transportar a los usuarios (en este caso médicos) a lugares distantes o inaccesibles, permitiéndoles mirar a su alrededor y realizar actividades complejas.
El concepto de telepresencia se remonta a más de 80 años, introducido por primera vez en "Waldo", una historia de ciencia ficción de Robert A. Heinlein. Mi idea personal de ello se remonta a la infancia, cuando los dibujos animados me mostraban hombres (muchas veces barbudos) que viajaban dentro de un cuerpo humano para curarlo.
Telepresencia, de la ficción a la realidad
Incluso hoy en día todavía parece increíble, pero ten en cuenta que una startup de California acaba de hacer volar un pequeño robot dentro del sistema digestivo de un humano. la empresa se llama endiax, y actualmente parece ser uno de los más avanzados del mundo. Sin embargo, antes de hablar sobre su increíble progreso, me gustaría hacerles entender de dónde empezaron y hasta dónde han llegado estos muchachos.
Los primeros prototipos de telepresencia inmersiva datan de hace más de treinta años. Era 1991 y un laboratorio de la NASA estaba probando algunos de los primeros prototipos de un sistema desarrollado por Laboratorios espaciales falsos e investigación de telepresencia. Hoy haría sonreír a la gente, pero en su momento fue impresionante: era un robot móvil con un sistema de cámaras que enviaba imágenes estereoscópicas en tiempo real. Echa un vistazo por ti mismo.
Ahora, si considera que esto cabría en un camión, piense en reducir dicho sistema a un tamaño fácil de tragar. En 1991 era algo increíble. Más bien, el objetivo inicial de la telepresencia era llevar a los humanos a lugares peligrosos: limpiar accidentes nucleares, reparar satélites o pozos de petróleo en el fondo del océano, etc.
El tiempo, sin embargo, ha traído otras perspectivas.
Así es como hemos terminado
Endiatx se fundó en 2019 y en solo 3 años ya ha creado un diminuto dron robótico que puede ser tragado por un humano y pilotado de forma remota dentro del estómago y otras partes del tracto digestivo. Conocido como PíldoraBot™, este prototipo es, de hecho, un pequeño submarino a control remoto que envía video en tiempo real a la computadora o teléfono de un médico. Y funciona: el equipo de investigación comenzó con cautela (probando cadáveres) y luego procedió rápidamente, enviando silenciosamente a PillBot dentro de humanos vivos.
Uno de ellos es el director general. Torrey Smith, el primer voluntario (en junio de 2020) en tragarse el robot para un viaje dentro de su estómago. Toh.
Desde entonces, los PillBots han viajado a lo largo y ancho de los tramos del sistema digestivo y, si todo sale bien, para 2024 estos dispositivos garantizarán a los médicos una "telepresencia" estable en el estómago de los pacientes. Les permitirá detectar úlceras, gastritis, cáncer y otras dolencias potenciales.
Un gran paso adelante
Piense en las personas que van al médico con dolor de estómago. En lugar de tener un procedimiento de endoscopia estándar (que requiere múltiples visitas y sedación), el diminuto robot tragable podría ahorrar tiempo, dinero y molestias al brindar a los médicos una forma rápida y fácil de observar a su paciente.
No solo eso: proporcionaría un control mucho más flexible que un endoscopio tradicional, ya que el Pillbot tiene la movilidad 3D completa de un pequeño submarino robótico. Si te fijas bien, incluso tiene micromotores y diminutas hélices. Loca.
Proyecciones más rápidas, económicas y precisas
El estado del arte a día de hoy es que una píldora robótica como esta se puede producir a un coste de unos 25 € (pero quién sabe cuánto), en una versión desechable. Los médicos pueden controlarlos con un pequeño controlador, y pronto podrán hacerlo con la pantalla táctil de cualquier teléfono móvil. En última instancia, representarán ahorros tanto en términos económicos como en vidas humanas, lo que permitirá una detección más rápida y económica.
¿Los próximos pasos a corto plazo? Permitiendo que el dron robótico tome muestras de tejido y realice otras tareas quirúrgicas pequeñas. ¿Qué pasa con los de largo plazo?
El futuro de la telepresencia
A largo plazo, el plan de Endiatx es reducir el dron robótico al tamaño de un grano de arroz, abriendo capacidades de observación que van mucho más allá del tracto digestivo. En el futuro ordenaremos un artilugio de este tipo, nos conectaremos con una aplicación a un médico remoto, nos tragaremos este "frijol robótico" y el médico nos dará una consulta remota. De su estudio a nuestro estómago (o quién sabe qué). Más telepresencia que eso.
Ahora imagine un entorno médico de 2050, con un médico con un par de anteojos: nuestro esófago se materializa en sus ojos y alrededor de él. El médico literalmente "viaja" en nuestro cuerpo. Décadas más tarde, la ciencia ficción se vuelve bastante real.
Entre los muchos peligros temidos, algo también podría ir por el "metaverso" correcto.