2022 ciertamente no es un año de buen augurio para la crisis climática, sino todo lo contrario. En todo el mundo se han registrado temperaturas récord junto con un número alarmante de incendios.
El Reino Unido rompió su récord más caluroso el 19 de julio cuando las temperaturas alcanzaron 40,3 ° C en el pueblo inglés de Coningsby. El mes de junio trajo la peor ola de calor de Japón desde que comenzó la tala en 1875, lo que llevó la temperatura más alta del país a 40,2 °C. Las megaciudades costeras de China, desde Shanghái hasta Chengdu, fueron golpeadas por olas de calor en julio, con temperaturas que a menudo superan los 40 °C. C. En los Estados Unidos, una serie de olas de calor se apoderaron del medio oeste, el sur y el oeste durante junio y julio. Las temperaturas alcanzaron los 42 °C en North Platte, Nebraska. y 45,6°C en Phoenix.

Joshua Stevens / Observatorio de la Tierra de la NASA
Fuente: datos de Geos-5 de la oficina global de modelado y asimilación / NASA GSFC, datos de la banda viirs día-noche de la asociación nacional de órbita polar de Suomi.
Los efectos del calor en nuestro cuerpo
El calor ya está teniendo un impacto cada vez mayor en la salud humana. Puede causar calambres por calor, agotamiento por calor y golpe de calor, a menudo fatal. La deshidratación puede provocar enfermedades renales y cardíacas. El calor extremo puede incluso cambiar nuestro comportamiento, aumentando la agresión y disminuyendo nuestra capacidad de concentración.
Mientras el cambio climático continúa elevando las temperaturas, los científicos están trabajando rápidamente para comprender los límites de la resistencia humana a las temperaturas extremas. Investigaciones recientes sugieren que la tolerancia al estrés por calor en las personas puede ser menor de lo que se pensaba anteriormente. De ser cierto, millones de personas más podrían correr el riesgo de sucumbir a temperaturas peligrosas antes de lo esperado.
¿Cuándo hace demasiado calor el calor?
En los últimos diez años, 35 ° C se consideraba la temperatura más allá de la cual los humanos ya no pueden regular la temperatura de su cuerpo. Pero una investigación de laboratorio reciente, realizada por Daniel Vecellio y sus colegas en la Universidad Estatal de Pensilvania, sugiere que el umbral humano promedio para el estrés por calor es mucho más bajo, incluso para adultos jóvenes y saludables.
De hecho, los investigadores monitorearon el estrés por calor en dos docenas de sujetos de entre 18 y 34 años, en una serie de climas controlados. En la serie de experimentos, el equipo varió las condiciones de humedad y temperatura dentro de una cámara ambiental, a veces manteniendo la temperatura constante y variando la humedad, otras veces al revés.
Los sujetos realizaron el esfuerzo suficiente dentro de la cámara para simular una actividad mínima al aire libre, caminar en una caminadora o pedalear lentamente en una bicicleta sin resistencia. Durante estos experimentos, que duraron entre 1,5 y 2 horas, los investigadores midieron la temperatura de la piel de los sujetos con sondas inalámbricas y evaluaron su temperatura central con una pequeña pastilla de telemetría que los sujetos ingirieron.
Los resultados
En condiciones cálidas y húmedas, los sujetos del estudio no pudieron tolerar el estrés por calor a temperaturas cercanas a los 30 ° o 31 ° C, según las estimaciones del equipo. En condiciones de calor y sequía, la temperatura tolerada fue aún más baja, entre 25° y 28°C, informaron los investigadores en el Journal of Applied Physiology. Por poner un ejemplo, en un ambiente muy seco con alrededor del 10% de humedad, una temperatura teórica de 25°C correspondería a una temperatura del aire de unos 50°C.
Estos hallazgos sugieren que todavía queda mucho trabajo por hacer para comprender lo que los humanos pueden soportar en el calor y la humedad del mundo real, pero que el umbral podría ser mucho más bajo de lo que la gente piensa, dice Vecellio. El resultado teórico de 35 °C del estudio de 2010 aún puede ser "el límite superior", agrega. "Estamos tratando de encontrar el límite inferior".
Y no olvidemos que esto se aplica a adultos jóvenes sanos con actividad mínima. Es probable que los umbrales para el estrés por calor sean más bajos para los trabajadores al aire libre que tienen que esforzarse, o para los ancianos o los niños. La evaluación de los límites de laboratorio para las personas con mayor riesgo es el tema del trabajo en curso de Vecellio y sus colegas.

Para concluir, la crisis climática es un grave problema que nos afecta a todos de cerca, independientemente del umbral de temperatura que nuestro cuerpo sea capaz de tolerar. Por lo tanto, es importante prestar la máxima atención para proteger su salud y ser conscientes del papel que podemos desempeñar, como individuos, para abordar esta crisis.