No me cansaré de repetirlo: la eólica y la solar muy bien, pero son intermitentes. Tú lo sabes. Solo generan energía cuando está disponible, no cuando se requiere. Para ello la transición energética requerirá el uso masivo de diferentes sistemas de almacenamiento, que ofrecerá diferentes soluciones a diferentes necesidades. Algunos apoyarán la red eléctrica durante los picos de demanda, otros ayudarán a hacer frente a las caídas estacionales del suministro, y así sucesivamente.
Eventualmente, una o más tecnologías surgirán gradualmente. Baterías con sal derretida? Grandes baterías "convencionales" a base de litio? la baterías un severidad? O muchos otros... Quién puede decir. Ahora también hay solución... a la arena.
Polar Night Energy, la primera batería comercial del mundo que utiliza arena
La empresa finlandesa Energía de la noche polar acaba de anunciar que ha puesto en marcha la primera batería comercial del mundo que funciona sobre arena. Has leído bien. Se encuentra en la localidad de Vatayankoski, a pocas horas de Helsinki.
Es un sistema de almacenamiento de energía térmica construido alrededor de un tanque de acero de unos 4 metros (13,1 pies) de ancho y 7 metros (23 pies) de altura. ¿Qué hay adentro? Te lo dije: arena. Cuando esta arena se calienta utilizando un simple intercambiador de calor enterrado en el centro, este dispositivo puede almacenar bien 8 megavatios-hora de energía, con una potencia nominal de 100 kW. La arena del interior alcanza una temperatura entre 500 y 600 °C (entre 932 y 1112 °F). Cuando es necesario, entonces, la energía se extrae nuevamente en forma de calor.
Vatajankowski utiliza este calor almacenado para alimentar el sistema de calefacción de distrito local que llega a edificios, piscinas, procesos industriales y cualquier otra situación que requiera calor.
¿Funciona este proceso?
Por supuesto. y la sociedad lo define también extremadamente eficiente. “Es realmente fácil convertir la electricidad en calor”, dice. Markku Ylonen, CTO de Noche Polar. La empresa reclama un factor de eficiencia hasta el 99%, una capacidad de almacenamiento de calor con pérdidas mínimas durante meses y una duración de décadas.
¿Cuál es el secreto? Nadie. La arena no tiene nada de especial: la compañía dice que solo necesita estar seca y libre de desechos combustibles. Los costes de instalación son inferiores a 10 euros (US$ 10,27) por kilovatio hora y funciona de forma totalmente automatizada.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
La compañía construirá nuevas plantas aún más grandes, con instalaciones de aproximadamente 20 gigavatios hora de almacenamiento de energía que producirán cientos de megavatios de potencia nominal y calentarán la arena hasta 1.000 °C (1.832 °F).
Es justo decir que este sistema solo encontrará un uso generalizado en áreas con calefacción urbana. Pero casi la mitad de todos los hogares escandinavos incorporan alguna forma de este sistema, y tales sistemas también se encuentran en China o Estados Unidos.
Esto será suficiente para reducir las emisiones, según gracias procesado por Mission Innovation, de aproximadamente 57-283 megatones de CO2 por año para 2030.
Una auténtica estrella polar que nos guía hacia un futuro más limpio.