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En los últimos años hemos vuelto a hablar mucho de la exploración del espacio y de las nuevas fronteras que el ser humano puede alcanzar fuera del planeta Tierra. Lo cierto es que la exploración espacial tiene costos muy altos y por lo tanto es cuestionable si estos costos valen la pena y si ese dinero no se podría invertir en otra cosa. Más allá de las implicaciones éticas y sociales de la exploración espacial, por eso es importante para el ser humano.
1 Tecnología e investigación: pasado, presente y futuro


Muchas de las tecnologías que utilizamos a diario no podrían existir sin nuestra exploración o nuestra presencia (directa o indirecta, por tanto a través de satélites) en el espacio. Los ejemplos más llamativos son las previsiones meteorológicas, la televisión por satélite o la geolocalización (GPS), pero se podrían enumerar muchos otros. Una de las áreas más prometedoras vinculadas a nuestra presencia en el espacio es la investigación médico-científica.
De hecho, en la Estación Espacial Internacional (ISS) hay un laboratorio que investiga los procesos patológicos y fisiológicos humanos en el espacio, para compararlos con los de la Tierra. Este tipo de investigación ha arrojado muchos resultados interesantes, según Sitio oficial de la NASA.
2 Asteroides y cometas: más vale prevenir que curar


Asteroides y cometasPor fascinantes y poéticos que sean, siguen representando una amenaza para nuestra supervivencia en la Tierra. Nuestro sistema solar está ciertamente menos poblado y, por lo tanto, menos peligroso que hace muchos eones, pero existe el riesgo más o menos remoto de una colisión con un cuerpo externo. Muchos argumentan que ni siquiera deberíamos hablar de "si" un asteroide golpeará la Tierra o no, sino de "cuándo". Por lo tanto, un buen programa de exploración espacial representa una de las únicas posibilidades para enfrentar y quizás desviar tal objeto.
3 La vida en el espacio: la copia de seguridad de la humanidad


Muchos ahora, visionarios y no, hablan del proyecto de colonización del espacio. ¿Locura? A cada uno su propia idea. La población en la Tierra ahora supera los 7 mil millones y continúa creciendo, junto con la crisis climática cuyos efectos están a la vista de todos. Pensemos, entonces, en el mencionado asteroide, que podría conducir a una (por ahora) extinción masiva de ciencia ficción. En definitiva, la respuesta a todos estos problemas podría ser la colonización del espacio y otros cuerpos celestes, para tener un "respaldo" de la humanidad, independiente del destino del planeta Tierra. Y luego, tal vez encontrar eso también hay otros "humanoides" como nosotros.
4 Salvemos la Tierra: la mina espacial


La Tierra es limitada, así como sus recursos que el hombre ha estado extrayendo sin control durante años, causando importantes daños en varios frentes. Los más afectados son el medio ambiente, los países pobres e incluso los trabajadores individuales más pobres. El espacio representa un conjunto virtualmente ilimitado de recursos, tanto preciosos como de otro tipo. Existen o han existido (y fracasado) empresas con el objeto deyo invierto en mineria de asteroides, como el Recursos Planetarios.
5 La naturaleza humana: el hambre de exploración


Por último, pero no menos importante, reportamos una motivación menos tangible que las demás, pero que quizás sea la matriz real: el hambre de descubrimiento y exploración del ser humano. La curiosidad siempre ha movido al hombre, desde que la evolución lo dotó de pulgares oponibles y una postura erguida. La exploración espacial representa una nueva y fascinante frontera para nuestra especie. Hay quienes incluso afirman que el hombre perdería una parte de su humanidad, renunciando a descubrir y explorar. Aquí también nos referimos a la opinión del lector, pero con el afán de hacernos reflexionar.
¿Qué pasa si el camino hacia la evolución humana no es descubrir más y más, consumir más y más recursos y capitalizar tanto como sea posible? ¿Y si, de hecho, el camino a seguir fuera administrar lo que ya tiene? ¿Aprender a vivir con nuestros límites y evolucionar hacia una convivencia más armónica y respetuosa con el entorno que nos rodea y con los demás? Quizás…