Estamos en 2022 y todavía tenemos que lidiar con personas que lo dejan todo: en verano las peores escenas, por supuesto, están en las playas. La presencia continua de basura en las playas daña los ambientes costeros y la vida silvestre. ¿Es necesario decirlo? Bueno, sí.
¿Queremos hablar sobre el peor miembro de la categoría "desfigurando playas"? Las colillas de cigarro. Pueden tener solo unos pocos centímetros de largo, pero están llenos de microplásticos y químicos tóxicos que dañan el medio ambiente marino (Lea esta investigación sobre el tema.). No se descomponen fácilmente y, en contacto con el agua, pueden liberar sustancias nocivas.
Desafortunadamente, también son los que más basura dejan en la playa (donde la gente usa la arena como cenicero). Otra investigación, este, estima la friolera de 4,5 billones de colillas de cigarrillos tiradas cada año.
Cazando basura
Dos emprendedores holandeses intentan solucionar parte del problema utilizando un robot dotado de inteligencia artificial. Se llama robot de playa, y es capaz de identificar y retirar pequeños desechos de las playas gracias al reconocimiento de imágenes. En resumen: analizar las fotos que toma para encontrar las colillas en la arena y retirarlas.
No solo eso: cuando no puede identificar con precisión un trasero, BeachBot toma una imagen que envía a los humanos a través de su aplicación para teléfonos inteligentes. Asi que está siendo entrenado reconocer cada vez más los residuos.
El robot ya ha estado en acción en varias playas de los Países Bajos, ayudando con proyectos de limpieza. Hablamos de ello hace apenas un año.
Hoy, los dos "papás" diseñadores holandeses de BeachBot están trabajando en un nuevo proyecto: un robot de detección llamado MAPP. Se desplegarán en la red para salir también de las playas y mapear los residuos para recogerlos, colaborando entre ellos y aprendiendo como una red inteligente.

Mucho más allá de las playas
La basura marina es una catástrofe para los animales, que pueden enredarse o ingerirse, lo que puede provocar lesiones, ahogamiento o asfixia. La basura también afecta a las comunidades costeras que dependen de playas limpias para el turismo, la pesca y la recreación.
Nuestros océanos cubren el 70% de la superficie del mundo y representan el 80% de la biodiversidad del planeta. No podemos tener un futuro saludable sin océanos saludables. Y para combatir las graves amenazas a nuestros océanos, necesitamos unir los esfuerzos de los líderes de todos los sectores, desde el empresarial hasta el gubernamental y el académico.
Una empresa gigantesca que puede comenzar con un pequeño paso. Robótico también, si es necesario.