Las consecuencias de un clima tan extremo se hacen sentir hoy en toda su evidencia, pero el calentamiento global se viene dando desde hace varios años. Los efectos más notables se ven y se sienten especialmente donde hace más frío: grandes cantidades de hielo del Ártico se están derritiendo a un ritmo rápido.
Este es un problema con consecuencias de gran alcance que no se resolverá fácilmente en unos pocos años. Las masas de hielo del Ártico deben conservarse y renovarse, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Para ello damos la bienvenida a propuestas e ideas: una de ellas es ESTRELLA DEL ARCO, una estructura de biocompuesto concebida por el diseñador Niklas Andreasen, que podría mantener el hielo del Ártico por más tiempo e incluso ayudar a restaurar el hielo derretido.
ARCSTAR, un “parche” climático
El derretimiento natural del hielo polar tiene un efecto sobre temperaturas globales, sobre patrones climáticos e incluso sobre la duración de las estaciones. Cuando las masas de hielo se derriten demasiado pronto y rápidamente, el nivel del mar sube y la luz se refleja menos en la superficie de la tierra. Esto provoca una mayor absorción de calor y un aumento de las temperaturas globales, lo que a su vez dificulta la formación de hielo en esas regiones polares. Está sucediendo dramáticamente para el hielo del Ártico.
Por supuesto que no podemos "volver a congelar" las aguas para compensar la pérdida de hielo, pero al menos podríamos tratar de mantener el Océano Ártico más frío para evitar que el hielo del Ártico se derrita demasiado rápido. Y aquí es donde entra en juego el proyecto ARCSTAR, una iniciativa que buscará desplegar losas artificiales (hechas a partir de residuos y materiales biodegradables) diseñadas para hacer parte del trabajo de las masas de hielo.
¿El objetivo? Permita que el hielo del Ártico permanezca "en forma" un poco más.
Abraza el hielo del Ártico
Las láminas blancas hexagonales de ARCSTAR están recubiertas para reflejar la luz solar tanto como sea posible. La temperatura del agua y del aire circundante será más baja, lo que ralentizará el derretimiento del hielo. Las capacidades diseñadas para este proyecto van más allá de la simple prevención del rápido derretimiento del hielo del Ártico sino que pretenden, como se ha dicho, contribuir también a la generación de nuevas masas.
La forma "áspera" y la estructura esponjosa están diseñadas para absorber y retener agua. Estas losas artificiales bajan efectivamente la temperatura y son capaces de retener el frío por más tiempo. Son ligeros, resistentes y no contaminan: contienen lignina sin azufre y carbonato de calcio, dos subproductos de desecho de la madera, el papel, el pescado.
El proyecto parece muy prometedor como medida provisional para detener el rápido derretimiento del hielo del Ártico, pero obviamente no es una solución a largo plazo. El camino principal es siempre el mismo: cambiar nuestros sistemas (fabricación, logística, transporte, solo por nombrar algunos) y adoptar estilos de vida más sostenibles.
Requerirá más esfuerzo, pero ideas como ARCSTAR pueden ganar algo de tiempo.