La aerolínea de Nueva Zelanda Air New Zealand acaba de anunciar que a partir de 2024 ofrecerá una experiencia a bordo de última generación. Y lo hará acercando cada vez más sus aviones a los hoteles voladores. Habrá una suite Business Premier Luxe, una nueva butaca Business Premier y sobre todo las primeras Skynest: cápsulas para dormir en clase económica.
La crisis del sector de la aviación y los cambios de perspectiva ligados al Covid han hecho que la demanda de comodidad por parte de los usuarios sea cada vez más fuerte. Por ello, las empresas del sector apuestan por transformar los viajes aéreos en momentos de relax que también tengan en cuenta la importancia del sueño.
Volando durante la noche
Los nuevos Dreamliners de la aerolínea neozelandesa ofrecerán a los pasajeros más variedad que cualquier otra aerolínea del mundo. No es difícil imaginar que todas las demás aerolíneas seguirán esta vanguardia, pero por ahora será Air New Zealand la que tenga la primacía. Y el cambio de paradigma es lo que traerá camas de clase económica, tanto con "cápsulas" especiales, como transformando los actuales asientos en camas. La fórmula denominada "Skycouch" añade un colchón de tres plazas en clase Turista para convertirlas en cama.
La aceleración de la pandemia ha dado el empujón final, dice la compañía, a una investigación que comenzó en 2017. Los comentarios recibidos de los clientes han sido abrumadores, con una demanda abrumadora de más espacio, comodidad y privacidad. Es probable que esta sea la tendencia de todas las principales aerolíneas en la segunda mitad de esta década.

Clase económica en vuelos de muy larga distancia
Pensándolo bien, solo podría ser una empresa de Nueva Zelanda la que inició este paso. La posición de Nueva Zelanda hace casi necesaria una transformación "cómoda", ya que se trata de vuelos de muy largo recorrido.
"Nos hemos centrado en el sueño, la comodidad y el bienestar incluso en la clase económica", dice el CEO Greg Foran. “Porque sabemos lo importante que es que nuestros clientes lleguen descansados”. Dale mal.
Evidentemente lo más interesante (porque es extensible) de este rediseño son las cápsulas para la clase económica. Ya anunciadas en 2020, estas mini zonas para dormir ofrecen seis superficies de 200 x 58 centímetros (79 x 23 pulgadas) de largo. Cada uno incluye una almohada de tamaño completo, sábanas y mantas, tapones para los oídos, cortinas de privacidad e iluminación diseñada para promover el descanso.
"Queríamos ofrecer a nuestros clientes de clase económica una opción de 'dormir', y así nació Skynest. Será un verdadero cambio de juego para la experiencia de viaje", dijo. prosiguió Forán.
Empezamos 2024
En resumen, en poco más de 18 meses, los viajes aéreos experimentarán otra pequeña fase de 'evolución'. Un planteamiento que se adelantará unos años al de los vehículos autónomos, que al eliminar la necesidad de ser conducidos también pueden prestarse a largos viajes ofreciendo en su habitáculo habitaciones reales donde puedes dormir, jugar, pasar el tiempo mientras llegas a tu destino.
El futuro es quizás un poco más lento (y más complejo, por varias razones), pero apunta a ser menos esclerótico. Veremos.