Vodafone acaba de anunciar la finalización de su primera antena de telefonía autoalimentada. Está ubicado en el Reino Unido: en Gales para ser precisos, en un pueblo llamado (espero escribirlo correctamente) Eglwyswrw. Es la primera vez que se instala un repetidor de este tipo en Europa (sí, hubo Brexit, pero así es el continente). Un gran paso adelante en la cobertura de regiones rurales de baja cobertura y una muestra de lo que veremos en los próximos años.
Sí: porque esta gran antena 4G que incorpora un aerogenerador, paneles solares y una batería para almacenar energía cuando se necesita (por la noche o cuando no hay sol) es un paradigma. Si funcionará todo el año aprovechando las renovables, no veo por qué no convertirlo en un estándar.
¿Quién lo hace solo, es para Tres? No. Esos son los competidores.
La compañía dice que las turbinas eólicas pueden generar energía incluso con poco viento y, combinadas con la energía solar y la batería, reducen significativamente el tiempo y los costos de instalación.
En otras palabras: disponer una antena del tipo de la vida de cavar agujeros para el tendido de cables eléctricos. La planta es más silenciosa, implica menos riesgos y es segura para la vida silvestre que las turbinas eólicas tradicionales.
Podría hablaros de las pruebas, pero en definitiva esta antena ya está funcionando y conectada a la red: simplemente se ha adaptado con una tecnología autoalimentada y así permanecerá durante dos años, el periodo de evaluación que proporciona Vodafone.
Una antena autosuficiente
Lo considero un movimiento interesante. A su manera, es otro banco de pruebas del potencial cada vez mayor que tienen las energías renovables para impulsar nuestro futuro.
Los datos recopilados durante los próximos 24 meses nos permitirán optimizar aún más esta antena. No cabe duda de que en una primera fase se identificarán las zonas más adecuadas para la instalación de este tipo de repetidores, pero a largo plazo la difusión será generalizada. Muchas áreas con poca cobertura hoy en día serán alcanzadas y seguirán permitiéndonos comunicarnos incluso en caso de un corte de energía.
Por no hablar de lugares remotos donde hoy es impensable traer una infraestructura energética más compleja. Esperemos a ver si en dos años habrá "todavía campo" para esta idea.