Hoy georgios sotiriou, investigador principal del Departamento de Microbiología, Cáncer y Biología Celular del Karolinska Institutet, está feliz como Pascua. Y tiene una buena razón para ello: el estudio del que es el autor correspondiente (y que te enlazo aquí) marca un buen punto contra los pesticidas en los alimentos.
Solo piénselo: hasta el 50% de toda la fruta vendida en la UE contiene residuos de pesticidas que terminan creando serios problemas para la salud humana. Y las técnicas actuales para detectarlos son costosas y engorrosas.
Georgius y sus colegas han desarrollado nanosensores económicos que se pueden usar para monitorear rastros de pesticidas en la fruta. Imagina una tienda que se dote de estas herramientas para garantizar a los clientes productos saludables. Hermoso, ¿no?

Un secreto llamado SERS
Los nuevos nanosensores aprovechan un descubrimiento de la década de 70 conocido como efecto raman o SERS, una poderosa técnica de detección bien establecida que puede aumentar las señales de diagnóstico de biomoléculas en superficies metálicas en más de 1 millón de veces. SERS se utiliza actualmente en numerosas áreas de investigación, incluido el análisis químico y ambiental y la detección de biomarcadores para diversas enfermedades. Hoy, los investigadores han encontrado una manera de hacerlo fácil de hacer y listo para su uso a gran escala.
¿Cómo? Utilizando el pulverización de llama, una técnica establecida y económica para depositar recubrimientos metálicos. En este caso sirvió para distribuir pequeñas nanopartículas de plata sobre una superficie de vidrio.
"La pulverización con llama se puede utilizar para producir rápidamente películas SERS grandes y consistentes, eliminando una barrera clave para la escalabilidad", dice. haipeng li, primer autor del estudio.

Detección de pesticidas en frutas: las pruebas
Después de "ajustar" la sensibilidad de los nanosensores experimentando con diferentes distancias entre las nanopartículas de plata "rociadas" sobre el vidrio, los investigadores comenzaron con las pruebas de medición. Los nanosensores detectaron de manera confiable y uniforme las señales moleculares de la presencia de pesticidas. Y repitieron las mediciones después de más de dos meses, obteniendo la misma precisión: señal de que el sistema funciona y es estable.
Probados en manzanas, los nanosensores tardaron menos de 5 minutos en detectar los pesticidas presentes en la fruta, sin dañarla. Los investigadores ya están probando otros alimentos y luego también apuntarán a biomarcadores para varias enfermedades.
Estamos cerca de un futuro en el que será posible realizar pruebas de seguridad alimentaria a gran escala antes de consumir un producto.
¡Buen provecho!