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Señores, bienvenidos a mi infancia. No puedo presentar un artículo así sin mencionar que mis primeros 10 años fueron exactamente entre los 70 y los 80. Para ser precisos, de 1975 a 1985: ¿te imaginas lo que se forma en mi mente cuando escucho la palabra "robot"?
Al contrario de mi formación basada en Go Nagai y robots muy grandes (desde los 9 metros de Astroganga hasta los 120 metros de Daitarn III), la evolución nos ha traído novedades en todos los sentidos. Claro, tenemos robots que van desde el tamaño de una mascota (alguien los puso para patrullar las fronteras con México) hasta los de un pequeño edificio (¿dónde, si no en Japón?), pero también hay robots cada vez más pequeños. Millirobot, para ser precisos.
El término nació hace muy poco tiempo. Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, California, desarrolló un prototipo de prueba de un robot de origami de 7,8 mm de ancho y lo llamó "millirobot". Enlazo la investigación aquí., y también le puse un video. Para rodar, girar y rotar, el robot se pliega como una especie de origami y se guía por campos magnéticos para navegar en espacios muy pequeños y diagnosticar enfermedades o administrar medicamentos. ¿Algún día esas cosas correrán por nuestro cuerpo para curarnos?
En realidad, las posibles aplicaciones de los milirobots son muchas, además de las médicas: desde la vigilancia hasta el rescate, solo existe la vergüenza de elegir. Aquí hay seis ejemplos.
1 Hornet drone (también rima, en italiano)
La Teledyne diseñó y comercializó esta tecnología para las fuerzas armadas estadounidenses, con el objetivo de brindarles la capacidad de observar y anticipar posibles escenarios de guerra. Es lo suficientemente pequeño como para caber en la palma de la mano de un adulto y casi silencioso. Puede volar a 2 kilómetros y tiene un alcance de 25 minutos, durante los cuales transmite video e imágenes en vivo en alta definición. Su "aguijón" es caro: aproximadamente € 200.000 por ejemplo.
2 RoboBee
Solo la palabra: es un milirobot inspirado en la biología de una abeja, Ya hablamos de eso cuando salió su primera versión, ahora hace 6 años. Tiene el tamaño de una moneda de diez centavos y uno de sus usos potenciales es el de 'asistente de polinización'. Sin embargo, si podemos proteger a las abejas reales, RoboBee tiene un futuro seguro en misiones de búsqueda y rescate y vigilancia, así como en el monitoreo del tiempo y el clima.
3 Robeetle

Un equipo de científicos de la Universidad del Sur de California ha construido un pequeño robot cucaracha autónomo, Robeetle, capaz de viajar durante más de dos horas con metanol líquido. Es un enfoque diferente al relacionado con las baterías: considéralo un milirobot que de vez en cuando gasta gasolina. El robot de 88 miligramos, inspirado en insectos, funciona con músculos artificiales y puede transportar pesos de hasta 2,6 veces su peso corporal.
4 RoboFly

Muy similar al RoboBee (de hecho, el equipo de desarrollo de la Universidad de Washington incluye a uno de los investigadores originales detrás del RoboBee). Es un poco más pesado que un palillo de dientes, tiene el tamaño de una mosca real y funciona con un rayo láser que debe apuntar a su cuerpo. Los fabricantes de Robofly esperan que eventualmente pueda encontrar fugas de gas y recolectar energía de señales de radiofrecuencia o usar una pequeña batería como fuente de energía.
5 Micro vieiras
Antes de incluir estos milirobots en la lista, tuve un poco de dificultad. ¿Qué diablos soy? La FDA estadounidense afirma que son "vieiras diseñadas", de unos pocos milímetros de tamaño. Efectivamente, fracciones de milímetros. Estos son prototipos de dispositivos destinados a viajar en el torrente sanguíneo o alrededor del ojo (Minority Report, ¿eres tú?). Están siendo desarrollados para futuros usos médicos, alimentados por un campo magnético externo similar al de los milirrobots de Stanford.
6 Píldora robótica de Rani Therapeutics

Aquí todavía estamos un poco por encima del nivel milirobot. Desafortunadamente, quiero decir, porque ingerir una cápsula como esta, incluso si viaja para administrar insulina de manera indolora, sigue siendo una tarea pequeña. Ranipill (hablamos de eso aquí) es una especie de "jeringa indolora para tragar" que podría ser muy útil en un futuro próximo.