Un hombre en el Reino Unido es la primera persona en recibir un doble trasplante de mano. El paciente y sus nuevas manos todavía están bien (y gracias a Dios) cinco meses después de la cirugía.
Segundo la bbc, steven gallogher, un hombre británico de 48 años, sufre de esclerodermia, una rara enfermedad autoinmune que endurece y deja cicatrices en la piel y otras partes del cuerpo. A los 40 años, la condición había obligado a sus manos a cerrarse permanentemente y le causó un sufrimiento insoportable. Tras consultar con un médico, Gallagher decidió someterse a una cirugía sin precedentes: un doble trasplante de mano, realizado en diciembre de 2021 con una duración de 12 horas y la contribución de 30 profesionales sanitarios.
El primer trasplante de mano conocido se realizó hace más de veinte años: están en la literatura médica desde entonces cerca de 100 trasplantes documentados. Este es el primero hecho específicamente para alguien con esclerodermia. Y hasta ahora, Gallagher está muy contento con los resultados.
Trasplante de doble mano
“Después de la operación, me desperté y fue bastante surrealista”, dice el paciente. “Estas manos son geniales, todo sucedió muy rápido. Pude mover estas manos desde el momento en que desperté de la operación”.
Cinco meses después, las nuevas manos de Gallagher recuperaron la capacidad de abrir un grifo, tomar y llenar un vaso de agua y acariciar al perro. Pero lo más importante es que el dolor en las manos se ha ido. Algo de ninguna manera obvio.
Y eso es una buena noticia, porque estos trapianti no están libres de riesgos. Los pacientes deben seguir un curso de inmunosupresores de por vida para evitar que su cuerpo rechace sus nuevas manos. Medicamentos que aumentan otros riesgos para la salud. Si le sumamos la cirugía, la rehabilitación y otras ayudas, el coste de gestionar un trasplante de mano puede rondar el medio millón de dólares.
Trasplante de mano, avances en la industria
Según la evidencia disponible, las manos de los donantes rara vez son rechazadas hasta el punto de que los pacientes tienen que extirparlas hoy en día. La mayoría de ellos están satisfechos décadas después. En el futuro, los avances en medicamentos inmunosupresores podrían reducir costos y hacer que este tratamiento sea mucho más práctico.
¿Y el paciente que recibió de regalo sus cuartos de manos? Gallagher solo espera volverse lo suficientemente práctico para encontrar trabajo y disfrutar de otras actividades nuevamente.
“Me dio una nueva oportunidad de vida”, dice. "Todavía me cuestan algunas cosas, pero mejoro semana a semana, constantemente"