Contaminada, sobrepoblada y en crecimiento exponencial (pero también tiene fallas): la ciudad de Seúl está en malas condiciones para las emisiones. Según una investigación del gobierno metropolitano local, la mayor parte de las emisiones provienen de edificios concentrados en el centro de la ciudad.
Kim Min Jae Arquitectos, un estudio de arquitectura local propone un concepto futurista llamado "Seoul Loop". ¿Qué es esto? Una gigantesca estructura elevada impulsada por fotosíntesis artificial: una especie de gran bosque suspendido sobre las cabezas de los ciudadanos, capaz de “bombear” más oxígeno a la ciudad congestionada por el tráfico y la contaminación.
Fotosíntesis urbana elevada
La fotosíntesis de las plantas, ya sabes, absorbe naturalmente el dióxido de carbono y crea un ciclo positivo que trae aire fresco y limpio. Sin embargo, la cantidad limitada de espacio disponible en el ajetreado centro de la ciudad dificulta la ocupación de los espacios verdes. En ciudades como Seúl es una necesidad crucial.
El área central de Huam-Dong es la elegida para el proyecto: gran densidad de población, cero verde, pero edificios lo suficientemente bajos como para crear este concepto futurista: una estructura elevada en la que desarrollar la fotosíntesis artificial.
¿Qué?
La fotosíntesis artificial es un proceso químico que imita el proceso natural de la fotosíntesis para obtener oxígeno, hidrógeno, sustancias químicas de alto valor del sol, agua y dióxido de carbono.
Un "anillo" de madera del tamaño de todo un barrio
(La planta del circuito de Seúl)
Para crear la máxima superficie utilizable y la fotosíntesis artificial sin dañar la estructura urbana existente, el arquitecto diseñó una gran 'pista' circular elevada. La estructura es enteramente de madera, y los postes de la calzada parecen grandes troncos. El oxígeno producido por los dispositivos de fotosíntesis artificial "viaja" a lo largo del circuito.
El techo está equipado con equipos fotosintéticos artificiales y paneles fotosintéticos. El oxígeno, el hidrógeno y los compuestos de alto valor generados a este nivel se recogen y almacenan en un contenedor en el borde del techo. Mientras tanto, el oxígeno se mueve en un tubo dentro de la fachada y se libera a la ciudad. Dentro del edificio hay espacios para el cultivo de plantas (fotosíntesis natural, en este caso) y bajo las aireadas arcadas el espacio es todo para mercados, jardines sociales y viveros.
En resumen: un nuevo lugar para disfrutar en Seúl, que se convierte en un "pulmón verde" para la ciudad y puede aprovechar mejor los espacios vacíos sin ocupar más suelo.
Esta calzada es una de esas cosas que hubiéramos incluido fácilmente en las descripciones de una ciudad del futuro, pero aún hoy parece muy “delante”: ¿cuántas posibilidades hay de que se apruebe? Quien vive verá y… respirará.