Hay un mundo mucho más grande bajo el agua que lo que vemos en la tierra. Un mundo repleto de recursos y escenarios, que apenas conocemos del todo. Llevamos tiempo explorando el fondo marino con diferentes proyectos, pero el gran desafío es automatizar el mapeo: y los entornos submarinos son particularmente difíciles para los robots autónomos.
No se trata de carreteras, los objetos se mueven y cambian constantemente, y los robots tienen que averiguar dónde están sin depender de la información del GPS. Una compañía.
El Ai para conocer el fondo marino
Un equipo de investigadores de Instituto de Tecnología de Stevens ha desarrollado un robot que puede navegar bajo el agua incluso en un puerto deportivo lleno de gente. En tiempo real, el robot puede mapear su entorno y el fondo marino, rastrear su posición y diseñar un paso seguro a través de un entorno intrincado.
“El mapeo submarino en un entorno lleno de obstáculos es un problema muy difícil, porque no tienes la misma conciencia situacional que un robot volador o terrestre, y eso hace que enviar un robot bajo el agua sea un proceso inherentemente arriesgado”, dice. Brendan Englot, líder de proyecto y director interino del Instituto Stevens de Inteligencia Artificial.
La inteligencia artificial ha transformado el sistema: el algoritmo creado permite que el robot rastree y gestione el nivel de incertidumbre sobre su posición y el entorno que lo rodea. Con esta nueva "conciencia", el robot toma decisiones en tiempo real incluso en circunstancias imprevistas. Para usar las propias palabras de Englot, el robot "sabe lo que no sabe".
Posibles aplicaciones
El robot tiene muchas aplicaciones potenciales, incluidas las reparaciones portuarias, la construcción y el mantenimiento de parques eólicos marinos, proyectos de acuicultura y plataformas de perforación. En el futuro, el equipo de Englot planea fortalecer la plataforma robótica para permitir misiones submarinas de mayor duración.
El siguiente paso, sin embargo, antes de mapear el fondo, es llegar a él. El robot, un BlueROV2 personalizado, actualmente opera a una profundidad de 1 metro y utiliza señales de sonda para detectar objetos a su alrededor. Su primer "trabajo" fue (con éxito) mapear el puerto en la Academia de la Marina Mercante de los EE. UU. en King's Point, Nueva York.
Estamos en los albores de un compromiso que acabará por hacer conocer y hacer practicables los fondos marinos con la tranquilidad y certeza de nuestros caminos actuales. Claro, algún día los caminaremos por todas partes, pero mientras tanto, los robots autónomos lo harán por nosotros.