Hay un estanque verde justo en medio del desierto del Sahara, al norte de Mauritania, a casi 500 kilómetros de cualquier asentamiento. Es la planta de prueba construida por Planeta brillante, una startup que tiene como objetivo reducir los efectos del cambio climático cultivando cantidades masivas de algas que capturan carbono en el desierto.
“Podemos capturar incluso más CO2 que una selva tropical dependiendo de la ubicación y la estación”, dice. Rafael Jovine, cofundador y científico jefe de Brilliant Planet. "La diferencia es que cuando se corta un árbol de la selva tropical, devuelve el 97% del carbono a la atmósfera, pero nosotros no".
La primera planta a escala comercial, que ocupará 400 hectáreas (1.000 acres), prevé eliminar 40.000 toneladas de CO2 al año, básicamente emisiones equivalentes el uso de 92.000 barriles de petróleo. Ampliado para cubrir la tierra desértica disponible en las costas, el sistema hipotéticamente podría eliminar 2.000.000.000 toneladas (o si se prefiere 2 gigatoneladas) de CO2 por año.
¿Cómo funciona la “fábrica de algas” en el desierto?
La startup bombea agua de mar desde las costas cercanas a la instalación: un agua rica en ambos nutrientes para el crecimiento de algas que el CO2. Durante un período de 18 a 30 días, las algas crecen y son filtradas por el agua (que regresa al océano menos acidificado, lo que ayuda a resolver otro problema). En este punto, las algas se secan y se entierran en la arena, almacenando el carbono de forma permanente: el ambiente salado y seco no las descompondrá.
Una solución fantástica, que responde a una necesidad absoluta: eliminar el CO2 de la atmosfera es fundamental para combatir el calentamiento global.
Brilliant Planet es la única startup que se ha centrado en este tipo de enfoque: las otras (muchas han fracasado) intentan cultivar algas en costosos biorreactores.
Una vez más la naturaleza enseña
"Básicamente, tomamos los procesos naturales, las floraciones naturales de algas, que son la base de la cadena alimentaria en el océano, y las llevamos a tierra a gran escala".
Rafael Jovine, cofundador y científico jefe de Brilliant Planet.
Las floraciones masivas de algas ocurren estacionalmente en el océano: el sistema de Brilliant Planet lleva el proceso a la tierra con enormes beneficios. ¿Uno para todos? El precio: menos de 50 dólares por tonelada de CO2 capturada. Es UNA DÉCIMA parte de los costos de las diferentes plantas.
Para aquellos con dudas legítimas: la startup ha estado ejecutando su sitio de prueba durante casi 5 años para demostrar que el proyecto funciona. Y esta planta de cultivo de algas ya es la tercera después de los primeros proyectos piloto en Sudáfrica y Omán. En 2023 comenzará la última instalación de prueba, y en 2024 comenzará finalmente la primera instalación comercial real.
Hay medio millón de kilómetros cuadrados (más de 300.000 XNUMX millas cuadradas) de tierra costera y desértica plana en el mundo, desde África hasta América del Sur y Australia.
Espacio para transformar el desierto en selva tropical. Vamos muchachos.