Los planes para un parque fronterizo binacional a lo largo del Río Grande entre México y los EE. UU. acaban de ser publicados. El desarrollo incluye 10 kilómetros de terreno en 400 hectáreas a ambos lados del Río Bravo, conectando las ciudades de Laredo en Texas y Nuevo Laredo en México.
El parque será desarrollado por un 'equipo' formado por la agencia Socios de Overland y el estudio de arquitectura local ciudad capaz: ¿la selección? Con la más clásica de las licitaciones públicas, emitida por ambas ciudades como parte de un programa para facilitar el turismo y el comercio a ambos lados de la frontera.
Un parque a medio camino entre dos países

Los 'dos Laredos' han planeado más de 40 proyectos distintos en ambos lados del río para restaurar la ecología del sitio, celebrar su cultura común y revitalizar la economía. ¿Los temas clave del proyecto fronterizo, además del medio ambiente? Cultura, seguridad, economía y comunidad binacional.
El parque fronterizo constará de tres grandes áreas.
Más precisamente: la primera tiene como objetivo la restauración ecológica, se encuentra a unos 4 km al noreste de las ciudades.
El segundo es un tramo de 1,5 km de estructuras enmarcadas por puentes a lo largo del río, y también incluirá un anfiteatro.
Finalmente, el tercero será un área recreativa de 5km de largo que terminará del lado mexicano, con el zoológico de Nuevo Laredo.
Un proyecto fronterizo que rompe fronteras
Los diseñadores también imaginaron un puente peatonal binacional compartido como una extensión del parque, que conectaría físicamente las dos orillas del río. Antes de pasar por la aduana, los visitantes de ambos países pudieron disfrutar de un espacio común comunitario.
Un parque para abrazar la idea de dos ciudades como una sola comunidad. De eso se trataba: Laredo era una sola ciudad a ambos lados del Río Grande, y solo se separó cuando se estableció la nueva frontera entre Estados Unidos y México.
Este proyecto tiene como objetivo "re-abrazar" a la comunidad.
Un ejemplo para los demás
“Es de esperar que este diálogo anime a otras comunidades en los pueblos fronterizos desde Tijuana/San Diego hasta Matamoros/Brownsville y alrededor del mundo a abrir iniciativas como esta”, dijeron los promotores.
La frontera entre Estados Unidos y México parece ir en una dirección completamente diferente, entre el muro que quiere Trump y el uso de perros robot bajo la administración de Biden. Que proyectos como este nos abran los ojos a la idea de unir a los seres humanos, no de dividirlos.