Ahora todos estamos inmersos en una sobrecarga de información, y para el físico Melvin Vopson de la Universidad de Portsmouth esto se duplica. El investigador británico, de hecho, está tratando de probar una sugerente tesis: la información tendría su propia presencia física. Los datos digitales tendrían peso. Es una operación difícil, que podría proporcionarnos nuevos conocimientos sobre cómo conservar la información en el futuro, pero no es solo eso.
También podría desencadenar un gran cambio de paradigma en la forma en que vemos todo el universo.
¿La información tiene una masa medible?
Vopson, un estudioso de la Teoría de la Información, está buscando colegas para llevar a cabo un experimento que, de tener éxito, produciría efectos gigantescos.
En esencia, se trata de confirmar que las partículas elementales tienen una masa medible. ¿Cómo? Con un proceso de aniquilación materia-antimateria: lanzando un haz de positrones (con carga positiva) contra electrones en una lámina de metal (con carga negativa). Para Vopson, este proceso debería generar energía equivalente a las masas de las dos partículas, y algo más: dos fotones infrarrojos. Serían el resultado directo de la cancelación de la información contenida en las partículas.
¿Necesitas un acelerador tipo LHC? “No”, dice Vopson. “Los positrones deberían ralentizarse: desafiante, pero no imposible”. Los fotones infrarrojos, la "prueba" del éxito del experimento, serían inmediatamente reconocibles, dice el científico.
Un nuevo concepto de materia
la tesis de principio de equivalencia masa-energía-información propuesto por Vopson en 2019 es la base de este experimento. Según esta tesis, por ejemplo, al eliminar un terabyte de datos de un disco duro, este último no solo se volvería "más liviano" de información, sino que también perdería una masa física real medible. Una pequeña masa, por supuesto. En su caso sería 2,5×1025 kilos Más o menos la de un protón.
Sin embargo, estas ideas de equivalencia masa-energía no son nuevas. La mayoría de los científicos están de acuerdo en que el universo observable tiene un contenido de información específico. Las masas combinadas de los átomos básicos que contienen protones, electrones y neutrones, así como sus diminutos requisitos de masa para interactuar entre sí y con el resto del cosmos, están contenidas en átomos típicos. Este tipo de información podría considerarse la "ADN" de partículas, según el artículo de Vopson.
En resumen, si el experimento propuesto por Vopson tuviera éxito, demostraría la existencia de la información como el quinto estado de la materia en el universo, junto con sólido, líquido, aeriforme y plasma.
“Confirmaría que nuestro universo es matemático: que existe un vínculo directo entre las matemáticas, la informática y el mundo físico”, dice Vopson. “Esto puede transformar radicalmente la forma en que vemos todo. Sería el eslabón perdido en muchos fenómenos, incluidos los de la materia oscura y la energía oscura".
Aspectos prácticos de la investigación de la información como el 5º estado de la cuestión
El primer dispositivo de almacenamiento digital fue el disco duro magnético, creado en 1956. Codifica información como datos binarios en unos y ceros, o bits (ocho bits forman un byte).
Hoy, la cantidad de datos a los que tenemos acceso es asombrosa.
en 2020, la cantidad total de datos “creados, adquiridos, copiados y consumidos en el mundo” fue 59 zettabytes. Un zettabyte son 8.000.000.000.000.000.000.000 bits.
Dentro del 2025 se espera que esta cantidad crecerá a 175 zettabytes. En otras palabras, estamos creando nueva información a un ritmo tan asombroso que en 350 años tendremos más bits digitales que todos los átomos de la Tierra, una teoría que investigadores como Vopson llaman "la catástrofe de la información ". entre aproximadamente 110 años , “La potencia necesaria para sostener esta producción digital superará el consumo energético actual de todo el planeta”.
La pregunta es: ¿Cuál puede ser el tamaño más pequeño de bits digitales? Según Vopson (en un papel el mes pasado), el tamaño teórico más pequeño de los bits digitales debería ser el de las partículas elementales, los bloques de construcción de materia más pequeños que se conocen en el universo. Demostrar esta tesis a través de experimentos físicos sería el primer paso hacia la solución al problema del crecimiento explosivo de la información.
Y una implicación singular
La confirmación de que la información es el quinto estado de la materia también llevaría a una consecuencia hipotetizada por varios científicos: que el universo es en realidad una simulación por computadora. Si la información es verdaderamente un elemento fundamental del cosmos, es igualmente posible que todo nuestro mundo sea manejado por una máquina (o entidad) inteligente en alguna parte.