Un nuevo proyecto de seguridad del automóvil podría tener un impacto en cómo se diseña un interior durante la próxima década. Una solución sostenible, casi un huevo de Colón, con el potencial de salvar muchas vidas en caso de colisión frontal mortal.
Los accidentes de tránsito son estadísticamente inevitables por una variedad de razones. Por esta razón, los ingenieros han buscado reducir la gravedad de las colisiones y, en consecuencia, el riesgo de lesiones importantes o muerte durante las últimas décadas. En un mundo ideal, el progreso en el normas de seguridad seria suficiente. Un habitáculo equipado con cinturones de seguridad y airbags amortiguaría el impacto de la mejor forma posible. Si agrega otras diabluras como monitoreo de punto ciego, asistencia de carril y tecnologías de frenado automático, parece ser invulnerable.

Y en cambio
Incluso después de estas mejoras, todavía hay algunos agujeros. Y se deben a restricciones físicas que no se pueden eludir. ¿Un ejemplo? La parte "no deformable" de un habitáculo tiene un impacto significativo en la distribución de la fuerza de impacto, pero solo puede extenderse hasta cierto punto.
Los datos sugieren que, durante una colisión frontal, el cuerpo humano debe acelerar entre 20 y 30 G o incluso más. Fuerzas G tan altas pueden dañar permanentemente los tejidos del cerebro y aun así provocar lesiones fatales incluso en un compartimiento de pasajeros "protegido".
El equipo de diseñadores Aren diseños pretende superar este problema. Y lo quiere hacer con una cabina del diseño innovador que funciona con un principio simple: convertir la energía potencial en energía cinética.
Una cabina giratoria.
apodado Cabina activa, este diseño único (que me recuerda a una rueda de hámster) busca principalmente lidiar con el impacto severo de una colisión frontal al transformar el impacto del choque en un movimiento giratorio de una parte de la cabina.
En la práctica, el conductor y el pasajero en un vehículo de dos plazas están sentados en un compartimento esférico del habitáculo. Si ocurre una colisión y cuando ocurre, el movimiento de rotación de la fuerza centrífuga disipa la fuerza del impacto, lo que reduce significativamente la posibilidad de lesiones.
Comparado con los estándares de seguridad de los vehículos convencionales, este diseño de vanguardia tiene el potencial de salvar a millones de personas: queda por ver si el prototipo (impreso en 3D) confirmará en las pruebas lo que parece ser una buena idea.
Un poco peculiar, lo admito, pero una buena idea.