La Comisión Europea anunció ayer que presentará un proyecto de ley para un euro digital a principios del próximo año. La legislación servirá como base técnica para que el BCE cree una versión virtual del euro, la moneda europea.
Un duelo entre gobiernos y empresas
Big Tech está investigando formas de ingresar al mercado de pagos, y los bancos centrales de todo el mundo están creando dinero virtual para evitar ser marginados por la creciente popularidad de las criptomonedas. Uno de los primeros momentos de confrontación fue el anuncio de Facebook, que hace unos años intentó crear una moneda virtual con otros 25 gigantes tecnológicos.
Aunque la feroz reacción política rechazó este primer ataque haciendo que el proyecto de Facebook fracase, el evento ha alarmado a los gobiernos y los ha llevado a actuar con mayor rapidez.
La fiebre del euro digital
“Otros cumplirán con esta solicitud si no lo hacemos nosotros”, dijo a mediados de noviembre. fabio panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, a los eurodiputados. “Tendrán un papel crucial como colegisladores en la introducción de un euro digital”. Era como el arma que inicia una carrera furiosa.
El BCE ya ha comenzado para realizar pruebas internas sobre el euro digital, y planea comenzar a trabajar en un prototipo pronto. Los gobernadores de la zona euro determinarán entonces si vale la pena "acuñar": la moneda virtual podría estar lista (en el peor de los casos) a más tardar en 2025.
Dudas y preocupaciones
El calendario, aunque ajustado, tiene en cuenta las negociaciones que serán necesarias entre los estados de la Eurozona y en el Parlamento Europeo. Ahora, las principales preocupaciones sobre el futuro del euro digital se relacionan con la privacidad de las transacciones y el manejo de los pagos diarios.
El jefe de finanzas de la UE Mairead McGuinness anunció los planes legislativos de la Comisión el miércoles pasado: “Nuestro objetivo es presentar la legislación a principios de 2023”, confirmó el irlandés. "Todo comenzará con una consulta legislativa específica en las próximas semanas".
El principal temor, sin embargo, es que el euro digital desestabilice todo el sistema financiero.
A los bancos les preocupa que, en caso de una nueva crisis financiera, los ahorradores puedan convertir todos sus depósitos en un euro digital (respaldado por el BCE) con solo presionar un botón. Esto provocaría una crisis monstruosa en el sector.
En cualquier caso, no habrá forma de evitar el euro digital.
Una tendencia mundial
Alemania y Francia ya tienen exhortado al BCE para acelerar el proceso por temor a que la eurozona se quede atrás. El Banco Popular de China él comenzó su camino hacia el yuan digital ya en 2014. Mientras tanto, el Ministerio de Finanzas de la India ha promesso tener una versión virtual de la rupia de finales de 2022.
“Tenemos que avanzar a toda velocidad. Nadie nos esperará”, le dijo a los periodistas el canciller alemán Olaf Scholz el año pasado, cuando aún era ministro de Finanzas. “Estoy convencido de que los países de la zona euro deben participar más activamente en el proceso del euro digital”.
No es tan fácil como hacer clic.