Nos dijeron que el calentamiento global y la contaminación complicarían nuestro futuro. El problema, como saben, pertenece ya al presente: en efecto, al pasado reciente. Ya tenemos que contraatacar y adaptarnos: actividades humanas como la deforestación han dañado el planeta, y ahora habrá que corregir los errores.
En 2008 se lanzó en África un faraónico proyecto contra la desertificación (Hablé de eso aquí). La 'Gran Muralla Verde', así se llama la iniciativa, tenía como objetivo establecer una barrera de 8000 km desde Senegal hasta Yibuti, cruzando África “de costa a costa”. Hoy, casi 15 años después, llegan los primeros resultados importantes. Pero demos un pequeño paso atrás.
Proyecto Génesis de la Gran Muralla Verde
La idea de una Gran Muralla Verde (GMV) nació en 2007 por iniciativa de la Unión Africana. La organización quiere combatir los efectos del cambio climático y la desertificación en el continente, y tiene razón. La desertificación es implacable, y solo una barrera "física" puede salvar literalmente la vida de millones de personas: es muy importante desarrollar nuevos ecosistemas que, además de combatir el calentamiento global, también ofrezcan nuevas fuentes de producción.
¿Qué resultados se esperaban contra la desertificación?

No hace falta decir que, en el lanzamiento, la iniciativa recibió muchas críticas por su ineficacia y falta de viabilidad. Sin embargo, los beneficios potenciales estaban ahí para que todos los vieran. Contra la desertificación un proyecto como este puede traer:
- Protección de campos y pueblos. de los vientos y el polvo del desierto, así como de las enfermedades que puedan seguir.
- Suministro de nutrientes: las hojas muertas aumentan el suministro de nutrientes del suelo y su capacidad para retener agua.
- Transpiración natural de los árboles., o evapotranspiración, que provoca más precipitaciones y humedad.
- Reserve alimento para el ganado con forrajes de mejor calidad, ya que la sombra de los árboles permite un mejor crecimiento.
No hace falta decir que, incluso a escala mundial, este nuevo gran "pulmón verde" a pocas horas de una Europa altamente industrializada solo puede traer beneficios.
El resultado, 15 años después
Después de 15 años de plantaciones, la Gran Muralla Verde (que en Eurasia prácticamente uniría París con Pekín) está en la carrera por cumplir un objetivo. ¿Cual? El de arrebatar 100 millones de hectáreas de tierra a la desertificación para 2030. Entre los objetivos colaterales, también la captura de 250 millones de toneladas de carbono.
Corriendo, dije, a pesar de ser un trote pequeño: actualmente estamos al 15% de su forma final. ¿La lentitud? Por las razones habituales: intereses económicos de las naciones implicadas y guerras. ¿Qué puede hacer este proyecto en pleno apogeo?
Sabremos si los $ 20 mil millones prometidos como próxima asignación se desembolsan realmente. De los 11 países involucrados en la Gran Muralla Verde contra la desertificación, no todos han hecho bien su parte.