A día de hoy tenemos disponible un mar de dispositivos wearables para monitorizar (de forma aún perfectible) nuestras frecuencias cardíacas, pasos, ciclos de sueño y ejercicios físicos.
En nuestro futuro, sin embargo, hay ropa de 'diagnóstico'. Los tejidos inteligentes podrán registrar métricas superprecisas cuando sea necesario, desde los puntos más cruciales de nuestro cuerpo.
Ropa inteligente: medicina para vestir
Los tejidos inteligentes incorporan componentes electrónicos flexibles en la ropa para ofrecer mejores capacidades de seguimiento que los relojes inteligentes.
La primera vanguardia del sector data de 2017: Levi colaboró con el Proyecto Jacquard de Google para hacer una chaqueta elegante. Al usarlo, los usuarios pueden controlar de forma remota sus teléfonos para responder llamadas y reproducir música. En el momento del lanzamiento, la chaqueta rondaba los 300 euros. Una nueva versión en 2019 redujo el precio a 180 €
En noviembre, el CTO de la marca H&M dijo que la compañía explorará formas de hacer que su ropa sea "más inteligente". Diseñaron una chaqueta que puede detectar la frecuencia cardíaca, los niveles de hidratación y la temperatura corporal. Sin embargo, un panel de clientes encuestados mostró cierto escepticismo.
Mientras las casas de moda se preparan, la sanidad avanza
Si el sector de la confección 'mainstream' está descubriendo cómo hacerlo, el de la atención médica ya está apuntando decisivamente a los e-textiles. Varias startups ya han lanzado productos para pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes. Y la ropa con sistemas de detección incorporados para cosas como las arritmias cardíacas puede proporcionar a las personas información para evitar futuras enfermedades.
Usar ropa es un componente inevitable de la vida diaria, y los diseñadores ven un potencial significativo para desarrollar ropa actual con tecnología que pueda controlar con precisión la salud.
La ropa, en teoría, es más cómoda de usar que la mayoría de los dispositivos médicos, y esto hará que las personas controlen su estado con mayor regularidad, anticipándose a los riesgos para la salud.
La diferencia entre un pulsómetro tradicional y un maillot inteligente es abismal. Hoy aplicamos sensores en la piel, mañana simplemente usaremos una camiseta por la mañana y pararemos. Una enorme fuerza.
Algunas aplicaciones actuales y ya presentes
Sirena, una startup con sede en San Francisco, creó un calcetín con electrónica incorporada que mide la temperatura del pie y envía información a una aplicación de teléfono inteligente. El sobrecalentamiento de un área puede ser un signo de inflamación o lesión: en caso de valores fuera de escala, el paciente puede enviar la información directamente a su médico para evaluar un tratamiento.
neopende, otra startup que se enfoca en ropa inteligente, ha creado un monitor portátil (en una gorra de tela) para las constantes vitales del recién nacido. Se llama neoguardia, y tiene como objetivo ayudar a las personas en países donde la tasa de mortalidad infantil es más alta. Los médicos pueden recibir alertas cuando un niño necesita tratamiento, según lo detecten la frecuencia cardíaca, la temperatura y los datos respiratorios. Un dispositivo útil en países donde no hay fácil acceso a la sanidad tradicional, porque no necesita internet.