La ciudad de Milán se ha comprometido a construir 750 kilómetros de ciclovías para 2035 como parte de un ambicioso proyecto para hacer de la bicicleta el medio de transporte más práctico.
Cambio (así se llama la red) conectará las vías ciclistas existentes y las unirá a los nuevos “super corredores ciclistas”. Una estructura que conectará Milán con los 133 municipios de su área metropolitana.
Una vez finalizada, la infraestructura ciclista situará el86% de la población de Milán y el80% de los servicios (incluidos hospitales, escuelas y comercios) a menos de un kilómetro de una ciclovía.
Un sistema circulatorio para bicicletas.
En 2035, una vez finalizado el proyecto, se estima que el 20% de la comunidad preferirá viajar en bicicleta. Un paso decisivo en la dirección más amplia de cero emisiones netas para 2050, al igual que otras ciudades que se han adherido a los objetivos marcados por el Acuerdo de París.
“Este es un proyecto de sistema que ve en la bicicleta un motor de desarrollo. Integra la protección ambiental, la seguridad, el desarrollo económico y el bienestar general”, se lee en un comunicado. de la ciudad metropolitana de Milán.
“El desarrollo de la bicicleta conduce a la reducción de gases de efecto invernadero. De muchas maneras, también. Creando corredores verdes para proteger la biodiversidad, haciendo que los viajes sean más seguros para todo tipo de ciclistas, mejorando la salud pública y aumentando las oportunidades diarias de ejercicio y movimiento”.
Cómo será la red ciclista de Milán
La ruta ciclista Cambio constará de cuatro círculos concéntricos. Cada uno contendrá 16 líneas radiantes, mientras que cuatro vías verdes de largo recorrido conectarán el perímetro de la metrópoli.
Los estacionamientos exclusivos para bicicletas, las pantallas de orientación física y digital y la iluminación de bajo impacto serán parte del proyecto. La iluminación se encenderá durante el día y solo se encenderá en respuesta a la actividad nocturna para ahorrar energía.
Aunque el proyecto costará 250 millones de euros, según el Ayuntamiento de Milán, supondrá un ahorro de más de 1 millones de euros. Ventajas en términos de congestión y siniestralidad vial, así como en la mejora de la salud de las personas y del medio ambiente.