Un gran número de animales salvajes ha muerto a causa de las numerosas incendios forestales en Australia, pero muchos más pueden morir. Los que sobrevivieron, de hecho, no tienen dónde esconderse de los depredadores.
Por ello, se crearon “cápsulas de hábitat” de cartón, biodegradables y económicas, que podrían dar cobijo a estos animales.
Las cápsulas de cartón fueron diseñadas por el médico. alejandra carthey de la Universidad Macquarie. Cada uno de ellos toma la forma de una pirámide de seis lados (bueno, una especie de pirámide) de 60 cm (23,6 pulgadas) de alto.
Una serie de orificios de diferentes tamaños permiten que pequeños animales como zarigüeyas, bandicoots y lagartijas accedan al interior, que a su vez está dividido en seis compartimentos. Los agujeros en las paredes de cartón también dejan pasar algo de luz solar, favoreciendo el rebrote de vegetación debajo de la estructura.
Salvación de cartón
Dado que las vainas se pliegan hasta quedar planas, deberían ser fáciles de transportar. Se pueden anclar al suelo colocando piedras o sacos de arena en una "falda" que recorre su base. Las clavijas de madera también pueden hacer esto.
El Dr. Carthey cree que en lugar de construir madrigueras permanentes, la mayoría de los animales usarán estos refugios de cartón como un medio de escape, quizás moviéndose de una cápsula a otra. Mucho mejor. Esta solución dará tiempo a los animales para reorganizar sus vidas, y cuando la vegetación haya vuelto a crecer a su alrededor, el cartón se biodegradará.
Próximos pasos
El plan requiere que se distribuyan y monitoreen aproximadamente 200 cápsulas de cartón en el Santuario de North Head, una región australiana donde anteriormente se habían limpiado 62 hectáreas (153 acres) de matorrales con una quema controlada, para evitar la propagación de incendios. Las cámaras de vida silvestre activadas por movimiento y por calor rastrearán a las criaturas usando las estructuras de cartón durante un año.
Las estructuras también se utilizarán junto con cajas especiales impresas en 3D que se asemejan a huecos de árboles, para reemplazar los sitios de anidación de aves que han sido destruidos por los incendios.