Venus, ya sabes, es un planeta violento e inhóspito. Con su atmósfera espesa y tóxica rebosante de dióxido de carbono, está envuelto en nubes amarillentas de ácido sulfúrico que atrapan todo su calor. En el interior, las presiones y las temperaturas se elevan a niveles de muerte instantánea para un ser humano. Sin embargo, como decía mi abuela, “si buscas el registro, rasca debajo de las cenizas”. Puede haber esperanza debajo de esta corteza infernal.
De acuerdo con un estudio reciente compartido en un servidor de preimpresión, el interior de Venus podría albergar océanos de agua líquida. Océanos atrapados en el manto del planeta, que podrían salir en forma de vapor hirviendo listo para condensarse.
Esto no significa, por supuesto, que Venus pueda ser "terraformado", y probablemente nunca lo hará. Sin embargo, si encontramos una manera de aprovechar este inmenso depósito de agua encerrado en él, nuestra comprensión del planeta podría cambiar para siempre.
Cómo se forman los "océanos internos" de los planetas rocosos
En planetas rocosos similares a la Tierra, la distribución de elementos volátiles como carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O) en los componentes planetarios primarios (núcleo, manto y atmósfera) determina la formación y desarrollo de su atmósfera. Cuando un planeta es golpeado por meteoros y otros cuerpos ricos en recursos, el núcleo de hierro y un océano de magma caliente se forman a su alrededor. Piense en el simulaciones de la Tierra golpeada por un asteroide gigante: océanos colosales de magma fluyen desde el interior a través de la corteza afectada, como sangre brotando de un corte.
Los investigadores examinaron la evolución de los sistemas de magma océano-atmósfera en varias condiciones. Sus cálculos determinaron que las complejas reacciones que ocurren cuando se expone el magma de un planeta lo impiden aproximadamente el 75% del agua contenida en su interior para escapar a la atmósfera. Es una condición que puede retardar o prevenir la formación de océanos en la superficie de un planeta.
En planetas similares a la Tierra, los océanos de agua podrían quedar atrapados en el manto interior.
Según la investigación, una gran parte del agua depositada en planetas rocosos como Venus durante sus primeros años de formación podría quedar atrapada en su interior durante la "fase del océano magmático". En escalas de tiempo geológico muy gradual, esta agua podría escapar, cambiando parcial o completamente la composición de la atmósfera.
"En última instancia, la alta solubilidad del H2O en los océanos de magma puede permitir su almacenamiento seguro durante la tumultuosa fase de formación del planeta", concluyen los autores del estudio. Si bien esto no implica que se formen océanos en Venus como en la Tierra, este hecho es importante. Indica que la presencia de agua en los planetas rocosos podría ser una constante.