El anuncio había estado en el aire durante algunas semanas, solo se esperaban los detalles: la criatura de Zuckerberg elige una dirección de perspectiva absoluta.
Al igual que Alphabet, Facebook también da un paso y "entra en las filas" junto a otros servicios ya activados o adquiridos en los últimos años. Las empresas "hijas" como Facebook, Instagram, WhatsApp, Oculus, Messenger y otras que vendrán estarán todas bajo un paraguas llamado Meta.
Meta, convergencia total
¿Por qué Meta? La palabra griega es todo un universo. Puede indicar cambio, modificación (metamorfosis), transposición (metátesis), transferencia (metempsicosis), sucesión, posterioridad y, por influencia del término metafísica, superación de límites. Sin embargo, principalmente Meta es el comienzo de una palabra: metaverso.
Una palabra querido por Zuckerberg hasta el punto de convertirlo en el objetivo de todas sus actividades. El metaverso será el complejo de todas las interacciones que conocemos hoy, pero en un entorno inmersivo.
También es evidente en el logotipo.
Un "absoluto" virtual, el del metaverso, bien representado también por el logo del Meta. Su "M" se mueve como una cinta cruzada para formar el símbolo del infinito.
Realidad aumentada, realidad virtual, redes sociales, gafas inteligentes y nuevas interfaces hápticas: esto está claro del sitio oficial, si nace un nuevo mundo virtual, con Meta Zuckerberg quiere ser el dueño de la casa.
El entorno 3D del metaverso permitirá que personas físicamente distantes trabajen, socialicen, jueguen y se comuniquen en tiempo real en el mismo lugar.
Maniobra evasiva
El movimiento, de alguna manera esperado, también tiene un valor "político": el de desenganchar (y guardar) la empresa "ex Facebook" de las críticas llovieron en la plataforma Facebook. Criticas sobre la privacidad, en la gestión de usuarios, incluso en los cambios en nuestro comportamiento.
Un paso hacia los lados y hacia arriba para dejar en claro que el gigante de Menlo Park no es solo social, y será todo lo contrario.