A medida que pasa el tiempo, la ola de calor mortal que ha inundado el oeste de Canadá y el noroeste de Estados Unidos en las últimas semanas comienza a amainar.
Los expertos recién ahora están comenzando a obtener una imagen más clara del desastre.
Desafortunadamente, el balance final de la ola de calor no trae nada bueno ni reconfortante. Dos factores predominantes: una pesada carga de muerte y una sombría perspectiva para el futuro.
Evento masivo con víctimas
La ola de calor, que causó cientos de muertes, es ahora un "evento de víctimas masivas", según funcionarios de Oregon, donde se encuentra Portland. Por lo general, esta es una calificación reservada para horrores singulares con un alto número de muertos, como tiroteos masivos o actos terroristas.
El hecho de que el tiempo ligado a la cambio climático Ha "merecido" esta clasificación ciertamente no es un buen augurio para el futuro.
Ola de calor: otro terrible reflejo de la "nueva normalidad"
Dado el empeoramiento del cambio climático y las continuas emisiones de gases de efecto invernadero, es probable que una ola de calor como la de la semana pasada se convierta en una ocurrencia cada vez más común.
Los investigadores de la Grupo de atribución meteorológica mundial publicaron una investigación bastante elocuente el miércoles. Muestra que la probabilidad de un evento similar al que ocurrió en los Estados Unidos y Canadá es ahora 150 veces mayor que al comienzo de la revolución industrial.
Aún no hay un balance completo
Por ahora, los expertos y funcionarios locales todavía están lidiando con las secuelas del impactante evento climático extremo que aún no tiene un número oficial de muertos, señala Earther.
Muchas de las víctimas que murieron por la ola de calor extrema vivían solas y, tragedia dentro de la tragedia, puede llevar algún tiempo encontrarlas y confirmar la causa de la muerte.
Luego, la parte más complicada: evitar que vuelva a suceder. No es fácil, dado que tenemos sensacionalmente no pudo contener el aumento de la temperatura global.