Un nuevo informe de expertos de la Universidad de California dice sin rodeos que las ciudades tendrían que estar totalmente libres de automóviles en un futuro cercano para ser habitables.
Según el estudio, se necesita un cambio radical en el comportamiento colectivo para reducir drásticamente el número de automóviles privados y sobrevivir en las ciudades.
Es un desafío prohibitivo: a nivel mundial, la cantidad de automóviles producidos está creciendo más rápido que la población. En 2019, se produjeron 80 millones de automóviles, mientras que la población aumentó en 78 millones.
Ciudades sin automóviles: así es como pueden sobrevivir
Los investigadores dicen que la planificación urbana futura debe centrarse en reducir la dependencia de los automóviles. ¿Cómo? Fomento de trayectos más cortos y fomento de la marcha a pie y en bicicleta como principales modos de transporte local.
Debe fomentarse el transporte público para viajes más largos y los automóviles solo deben utilizarse para emergencias u ocasiones especiales.
Las matemáticas no son una opinión
Para el documento, publicado en Open Science, los investigadores crearon un modelo matemático del uso del automóvil en una ciudad. En este modelo, los “residentes” siguieron diferentes escenarios de uso para automóviles privados o transporte público. ¿El costo estimado? Tiempo: el tráfico y el tiempo de viaje es el factor clave.
El autor principal, el Dr. Rafael Prieto Curiel (Centro de Análisis Espacial Avanzado de la UCL) comentó: "La ciudad del futuro, con millones de personas, no se puede construir alrededor autos y su costosa infraestructura. En unas décadas tendremos ciudades con 40 o 50 millones de habitantes, y si se convierten en aparcamientos o 40 o 50 millones de coches, no podrán sobrevivir.
La idea de que necesitamos coches proviene de una industria muy contaminante y de un marketing muy caro.
Rafael Prieto Curiel (Centro de análisis espacial avanzado de la UCL)
El retrato de una pesadilla
Utilizando el modelo matemático, los investigadores probaron el escenario extremo: una ciudad con 50 millones de habitantes y 50 millones de automóviles, donde todos los residentes usan sus automóviles todos los días para tratar de minimizar los tiempos de viaje.
Las consecuencias fueron catastróficas: la ciudad tenía los niveles más altos de congestión y un "hambre" literal de infraestructura como bulevares, puentes y estacionamientos para acomodar tantos autos.
En el escenario en el que todos intentan reducir los tiempos de viaje conduciendo, obtiene el mayor costo de todos en términos de tiempo. Una paradoja fácil de entender.
Estratagemas para sobrevivir: turnos para utilizar coches privados
Mejorar la infraestructura de transporte público mejoraría los costos básicos (tiempo) ya que más residentes elegirían esto en lugar de conducir. El modelo mostró que incluso sin mejorar la infraestructura, los costos básicos podrían reducirse reduciendo la cantidad de personas autorizadas a conducir.
Un poco como hoy con el mecanismo de "matrículas alternas", si un grupo de personas pudiera conducir una semana y tuviera que utilizar otros medios de transporte la próxima, el tiempo medio de desplazamiento se reduciría hasta en un 25%.
¿El paisaje? Un reparto modal no egoísta en el que se reduce el número de coches en la calle. Ciudad inmediatamente menos congestionada y viajeros que pueden sobrevivir.
Otras contramedidas
Reducir el uso del automóvil en las ciudades depende principalmente de brindar a los ciudadanos más opciones de viaje, así como tiendas y servicios locales. Todo vale: informe a los residentes sobre los costos locales del uso del automóvil para ayudarlos a tomar decisiones informadas. Imponer "tasas de tráfico", peajes aún más elevados para el estacionamiento y la entrada en diferentes áreas de la ciudad.
Evidentemente, el informe no tuvo en cuenta los posibles cambios tecnológicos. Sistemas de túneles subterráneos, viajar con drones de taxi, transporte magnético de nueva generación (Hyperloop) Y lanzaderas autónomas no son parte del estudio, incluso si pudieran afectarlos de alguna manera.
Todo para desalentar el uso del coche, ¡y no solo el uso!
La producción mundial de automóviles, incluidos los eléctricos, contribuye con el 4% de las emisiones totales de CO2. Otros costos asociados incluyen el uso de gasolina y electricidad, los materiales e infraestructura necesarios y la congestión generada por los altos volúmenes de automóviles.
Ciudades que ya han corrido a refugiarse para sobrevivir
Algunas ciudades han implementado algunas de las intervenciones antes mencionadas para sobrevivir al futuro. Londres, a pesar de ser un ejemplo de ciudad donde el transporte público es muy utilizado, ha implementado el “cargo por congestión” y zonas de bajas emisiones.
Ciudad de MéxicoEn cambio, prohibió algunos vehículos basados en matrículas, pero fue un fracaso. Para sortear las restricciones, muchas familias han comprado autos viejos (aún más contaminantes) con placas que les permiten andar siempre eludiendo las restricciones.
Las conclusiones
El modelo matemático se puede aplicar a cualquier ciudad. Es particularmente útil cuando se aplica a ciudades donde más del 90% de los viajes se realizan en automóvil (varias ciudades estadounidenses corresponden a este identikit).
Los expertos concluyen del modelo que alentar a las personas a utilizar modos de transporte alternativos es clave para hacer que los automóviles sean menos atractivos. Hacer que el transporte público sea más rápido, más fiable, más seguro y más cómodo también es fundamental.
El autor del informe, Dr. Humberto González Ramírez (Université Gustave Eiffel), dijo: “una gran parte de las áreas en las ciudades están dedicadas a los automóviles. Si nuestro objetivo es hacer que las ciudades sobrevivan y sean sostenibles, debemos intervenir en estas áreas y asignarlas a medios de transporte alternativos: a pie, en bicicleta y en transporte público ”.
Promover el transporte sostenible es el objetivo de muchas ciudades, uno de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.