Cuando alguien tiene una afección cutánea problemática, la piel afectada suele estar más rígida o más suave de lo normal. Un nuevo sensor La electromecánica detecta estas diferencias y podría permitir a los médicos diagnosticar problemas con mayor rapidez y facilidad.
De la realidad virtual a la salud real
El dispositivo electromecánico fue desarrollado por una colaboración entre científicos de la City University of Hong Kong y la Northwestern University en Illinois. En realidad, está adaptado de una herramienta desarrollada previamente en esta última institución, para proporcionar retroalimentación táctil a los usuarios de sistemas de realidad virtual.
Cómo funciona el sensor electromecánico
Con solo 2,5 mm de grosor por aproximadamente 2 cm cuadrados (0,3 pulgadas cuadradas) en el área de contacto, el sensor electromecánico cableado simplemente se coloca sobre la piel de una persona, en una posición en la que se sospecha un problema.
Luego se aplica una corriente eléctrica alterna a través de las bobinas del dispositivo, lo que hace que un imán integrado vibre rápidamente.
A medida que el imán vibra, envía ondas de presión de hasta 8 mm dentro de la piel. La piel se deforma rápidamente en respuesta a esas ondas, en un grado determinado por su rigidez a la tracción.
El sensor transmite estas deformaciones de la piel a una computadora conectada que traduce los datos en un valor de rigidez de la piel. Finalmente, este valor se puede comparar con los asociados a trastornos cutáneos específicos.
Un detector de psoriasis y trastornos cutáneos.
Ya existen sistemas de diagnóstico que miden la rigidez a la tracción de la piel. Sin embargo, generalmente son dispositivos grandes que deben ser operados por técnicos calificados. Además, solo pueden "leer" la capa más externa de la piel.
Por el contrario, si se comercializara, el nuevo sensor electromecánico sería mucho más económico.
Los médicos podrían usarlo en sus consultorios o incluso para controlar la salud de la piel en sus hogares.
Sensor electromecánico: Las pruebas ya realizadas y futuras aplicaciones
El sensor electromecánico ya ha sido objeto de estudios clínicos, tanto en piel sana como en pacientes con problemas cutáneos.
Entre otras cosas, se descubrió que detecta de manera confiable la psoriasis. después de solo un minuto de uso. Una vez que la tecnología se desarrolle aún más, es posible que también pueda detectar otras condiciones.
Los datos producidos por el sensor electromecánico ayudarán en el diagnóstico, tratamiento y monitoreo de enfermedades, particularmente para trastornos como el melanoma.
También serán útiles en los aspectos de dermatología estética y recuperación de heridas superficiales.