Neuralink ha causado sensación en el lado tecnológico de los implantes neurales, pero aún no ha demostrado su uso práctico (a menos que seas fanático de Pong).
Esta semana, la comunidad académica brindó un ejemplo bastante impresionante de la promesa de los implantes neuronales.
Con la ayuda de un implante neural, una persona paralizada pudo escribir alrededor de 90 caracteres por minuto simplemente imaginando escribir esos caracteres a mano.
Es un salto loco hacia adelante.
Un implante neural con retroalimentación inmediata
Los intentos anteriores de proporcionar habilidades de mecanografía a personas paralizadas a través de implantes involucraron teclados virtuales y cursores que se movían con la mente.
Un proceso efectivo pero lento, que requiere que el sujeto siga el progreso del cursor y determine cuándo realizar el equivalente a presionar una tecla. Sin mencionar el tiempo que lleva aprender a controlar el sistema.
Pero hay otras formas posibles de sacarnos las palabras de la cabeza. En algún lugar de nuestro proceso de pensamiento de escritura, formamos la intención de usar un carácter específico, y un implante neural que rastrea esta intención puede funcionar. Un proceso aún no muy claro.
Pero pero ...
Aguas abajo de esta intención, una decisión se transmite a la corteza motora, donde se traduce en acciones.
Una vez más, hay una fase de intención, en la que la corteza motora determina quién formará la letra (mecanografía o escritura, por ejemplo), y que da como resultado los movimientos musculares específicos necesarios para realizar la acción.
En cambio, estos procesos se comprenden mucho mejor, y el equipo de investigación se ha centrado en ellos para su nuevo trabajo.
Investigación de implantes neurales (aquí lo tienes)
Específicamente, los investigadores colocaron dos implantes en la corteza premotora de una persona paralizada. Se cree que esta área está involucrada en la formación de intenciones para realizar los movimientos.
Con los implantes en el lugar correcto, los investigadores le pidieron al participante que imaginara escribir letras en una página y registraron la actividad neuronal mientras lo hacía.
Que salió
En general, de los aproximadamente 200 electrodos en la corteza premotora del participante, no todos fueron útiles para escribir cartas. Pero para los que lo eran, los autores realizaron un análisis de componentes principales. Al convertir estas grabaciones en una textura bidimensional, el equipo notó que caracteres físicamente similares, por ejemplo, boh, ner, formaban grupos de registros neuronales homogéneos.
En general, los investigadores encontraron que podían descifrar el carácter apropiado con una precisión de poco más del 94%, pero el sistema requería un análisis relativamente lento después de registrar los datos neuronales.
Para que las cosas funcionen en tiempo real, los investigadores entrenaron una red neuronal para estimar la probabilidad de una señal correspondiente a cada letra.
Los resultados del implante neural para escribir con el pensamiento
A pesar de trabajar con una cantidad relativamente pequeña de datos (solo 242 oraciones), el sistema funcionó muy bien.
El retraso entre el pensamiento y la aparición de un personaje en la pantalla fue de medio segundo, y el participante pudo producir unos 90 caracteres por minuto, superando el récord anterior (25 caracteres por minuto). La tasa de error bruto del implante neural era sólo alrededor del 5%. Con la adición de un corrector automático se redujo al 1%.
Todas las pruebas se realizaron con oraciones preestablecidas. En una etapa posterior, los investigadores pidieron al participante que escribiera respuestas de forma libre. Aquí, la velocidad bajó un poco (a 75 caracteres por minuto) y los errores aumentaron hasta un 2 % después de la autocorrección, pero el sistema aún funcionaba a las mil maravillas.

Implante neural, estamos en el año cero
Como han afirmado los propios investigadores, este “todavía no es un sistema completo y clínicamente válido”. Para empezar, solo se ha utilizado en una sola persona; todavía no tenemos idea de qué tan bien funciona para otros. Además, el alfabeto utilizado no contenía dígitos ni puntuación.
Dicho esto, el sistema mostró un tremendo aumento de velocidad con respecto a los sistemas guiados por implantes neurales anteriores, con una precisión excelente.