EsPlásticos, con sede en España, es una especie de plataforma de comunicación que representa a los productores europeos de plásticos.
“El objetivo principal de la plataforma es publicitar las soluciones sostenibles que los plásticos ofrecen a la sociedad”, escriben.
“Nuestro objetivo es destacar los numerosos avances económicos, técnicos, sociales y medioambientales que este material único lo ha hecho y sigue haciéndolo posible ". ¿En otras palabras? La misión es disipar cualquier connotación negativa del plástico.
Y entonces lanzaron este truco publicitario: el Museo del Plástico, yuxtapuesto.
¿De qué está hecho? Broma.
Es una estructura temporal hecha de "ya sabes qué", ubicada fuera del Museo Nacional de España en Madrid.
Su duración prevista es de sólo diez días: abrió el pasado sábado y será demolido el 17 de mayo (día mundial del reciclaje). ¿Hacer que? Obviamente para reciclarlo, ¿verdad? Y recuerde al público que todo esto es reciclable. ¡100% también!
Todo bonito, todo de plástico, PERO
El plástico es un material maravilloso, y es maravilloso que sea TÉCNICAMENTE reciclable.
El problema es que la gran mayoría de este material nunca se recicla. Según National Geographic, que cita un estudio global de la revista científica Science Advances, solo el 9% del plástico se recicla.
Esto no es muy agradable. Este es un desastre global más que cualquier otra cosa.
¿Y el resto del plástico?
En todo el mundo, desde EE. UU. Hasta Italia a través de la Isla de Pascua (sí, incluso allí), la tasa real de no reciclado de plásticos está por encima del 90%.
Si hubiera un modelo de automóvil que, más de 9 de cada 10 veces, no pudo transportar de manera segura a sus ocupantes a su destino, nadie diría que es un automóvil seguro.
El Museo del Plástico ciertamente será reciclado, para que todos lo vean. Habrá comunicadores e influencers para registrarlo, y se contratará un equipo de administradores sociales para crear contenido.
Todo el resto del plástico que no se encuentra en el bonito museo de Madrid, todo el resto del mundo que no recicla plástico, o no puede, estará detrás de las cámaras.
¿Hacer que?
Para hacernos entender que un museo de plástico sirve de poco, porque un museo se usa para preservar, y nuestro verdadero problema es que no podemos hacer que desaparezca.
Los fabricantes de plástico pueden decir con conciencia y justicia que este material es reciclable. Este planeta y nuestra sociedad dicen exactamente lo contrario.