Los microplásticos están en todas partes: incluso crecen dentro de las plantas. Incluso los encontramos en la placenta de las madres antes del parto. Y eso no es todo.
Hoy, las terribles y diminutas partículas de plástico de las botellas y otros desechos caen sobre nosotros desde el cielo después de degradarse en microplásticos en los océanos.
Un nuevo estudio en la revista Science encontró que en 14 meses, más de 1.000 toneladas de partículas microplásticas caen cada año en 11 áreas protegidas en el oeste de Estados Unidos, el equivalente a más de 120 millones de botellas plásticas de agua.
Lluvias de plástico: indiferencia increíble
craig bennett, CEO de The Wildlife Trusts, dijo que el mundo aún no se está tomando en serio la crisis de los microplásticos, pero que si no dejamos de usar este material, tendrá enormes implicaciones para la salud humana.
Lo tomaremos tan en serio como lo hemos hecho con los combustibles fósiles y la lluvia ácida. La verdadera historia de la que hablaremos en cinco o diez años es el impacto de los plásticos y, en particular, de los microplásticos en la salud humana.
craig bennett
Hemos visto imágenes desgarradoras de nuestra naturaleza torturada a nuestro alrededor. Tortugas asfixiadas por bolsas, ballenas con toneladas de plástico en el cuerpo. Un proyecto hermoso y reciente "Moai + Plástico”, Cuenta de una isla de Pascua (la famosa Rapa Nui de la película) invadida por otra isla, la de plástico en el océano.
Sin embargo, más allá de esto y la denuncia de algunos sitios, aún no se ha explorado el impacto de las lluvias de plástico que incluso nos caen del cielo y entran en nuestra cadena alimentaria.
Pagamos hoy por las elecciones de hace 70 años
de vida silvestre señaló que aunque hemos visto "imágenes de tortugas ahogándose en el mar porque se comieron bolsas de plástico", la impacto del plástico que nos llueve y el ingreso a nuestra cadena alimentaria no se ha explorado ampliamente.
Los problemas que estamos experimentando ahora se relacionan con materiales liberados al medio ambiente en los últimos 50, 60 o 70 años. Sin embargo, en los últimos 10 años, los plásticos de un solo uso han experimentado una explosión literal, y pronto nos daremos cuenta de ello.
Las medidas adoptadas por muchos países han reducido el problema de la lluvia ácida y los productos químicos pueden eliminarse del suelo y los edificios. Las lluvias de plástico son mucho peores, porque su impacto no se puede reducir fácilmente: actualmente no existe una forma real de filtrar los microplásticos del suelo.