Cuando hay toxinas presentes en un arroyo, los mejillones de agua dulce son una de las primeras criaturas en reaccionar. Por este motivo, los investigadores decidieron aprovechar esta actitud.
Se ha diseñado un nuevo sensor de movimiento montado en mejillones con este mismo propósito: los convertirá en un medio para detectar la contaminación del agua de manera temprana.
Vida de mejillón
Los mejillones se alimentan abriendo sus caparazones y luego filtrando pequeños organismos fuera del agua. Y aunque los moluscos suelen vivir en grupos (también llamados lechos), los miembros de esos grupos generalmente no se alimentan todos al mismo tiempo. Esto significa que normalmente abren y cierran sus carcasas de forma independiente entre sí.
Pero hay una peculiaridad: si una sustancia nociva a base de agua fluye a través de un grupo de mejillones, todos cerrarán repentinamente sus conchas al mismo tiempo. Y aquí es donde entra en juego el nuevo sensor de movimiento.
Un sensor de movimiento para mejillones cyborg
Diseñado por un equipo de Universidad Estatal de Carolina del Norte, el sensor de movimiento consta de dos unidades de medida inercial (IMU) conectadas. Una IMU está unida a un lado de la concha de mejillón y la otra al otro lado. Cada uno de los lados contiene un acelerómetro y un magnetómetro.
Cuando el mejillón cierra la concha, las dos IMU detectan la acción, ya que los ángulos de ambos lados de la concha cambian repentinamente. Por lo tanto, si varios mejillones en una sola cama están equipados con sensores, es posible saber si cierran todas sus conchas al mismo tiempo.
Todos los sensores de un grupo podrían conectarse a un procesador solar montado en un poste dentro de una corriente. Esa unidad, a su vez, transmitiría datos continuamente a través de una red celular. Si se detectaba un cierre grupal de proyectiles, las autoridades podrían comenzar a buscar inmediatamente la fuente de la toxina que supuestamente lo causó.
Pruebas de laboratorio en el sensor de movimiento.
Cuando se probó en mejillones de agua dulce en peceras, el sensor de movimiento detectó constantemente los movimientos de la concha. hasta menos de un grado. Esta tecnología posiblemente podría rastrear docenas de "mejillones cyborg" simultáneamente, permitiendo un monitoreo de precisión granular.
“Nuestro objetivo es crear una 'Internet de los mejillones' y monitorear su comportamiento individual y colectivo”, dice el prof. Alper Bozkurt, quien lidera el estudio junto con el prof. Jay Levine. "Esto eventualmente nos permitirá usarlos como sensores ambientales o centinelas".