Un nuevo sistema que combina inteligencia artificial, robótica y una interfaz cerebro-máquina da un paso hacia la restauración de la función y la autonomía de las personas sin el uso completo de las extremidades.
Desde hace más de 30 años, después de un accidente en la adolescencia, Robert "Buz" Chmielewski ha quedado tetrapléjico: mínimos movimientos y sensaciones en manos y dedos. En noviembre, sin embargo, manipuló dos extremidades robóticas con su mente para disfrutar de un postre.
Una planta experimental
Hace casi dos años, Buz se sometió a una cirugía cerebral de 10 horas en el Hospital Johns Hopkins en Baltimore como parte de un ensayo clínico originalmente dirigido por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa - DARPA y aprovechando las artes avanzadas desarrolladas por el Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins (APL).

¿El objetivo de la experimentación? Permita que los participantes controlen los dispositivos de asistencia y permitan la percepción de los estímulos físicos (tocando las extremidades) utilizando neuroseñales del cerebro.
Los cirujanos implantaron seis conjuntos de electrodos en ambos lados del cerebro y, en cuestión de meses, pudo controlar simultáneamente dos extremidades robóticas a través de una interfaz cerebro-máquina.

Artes robóticas: los próximos pasos (¿o debería decir pasTi?) De esta experimentación
Francisco Tenore, neurocientífico e investigador principal del estudio Smart Prosthetics, dice que los próximos pasos para este esfuerzo incluyen varias mejoras. No solo la expansión de la cantidad y los tipos de actividades de la vida diaria que Buz puede realizar con las extremidades robóticas, sino también la retroalimentación sensorial adicional para no tener que depender de la vista para saber si está teniendo éxito en sus acciones.
Mucha gente lo da por sentado. Poder simplemente comer solo es un logro increíble. Punto de inflexion.