el diseñador italiano Pierpaolo Lazzarini introduce otra embarcación innovadora llamada "pagurus" o "crabmaran".
Pagurus es, en esencia, un catamarán anfibio de 25 metros de largo que aprovecha la energía solar para abrirse camino a través del agua y la tierra.


Un catamarán anfibio, dos habitaciones en medio del mar
El yate diseñado por Lazzarini (no el primero: ya he hablado del maravilloso Proyecto L) divide los espacios habitables en dos cascos laterales, conectados entre sí por una estructura de puente de acero. Los cascos gemelos, también de acero, se pueden configurar en cada lado con 2 o 3 dormitorios, una cocina y un baño. Pagurus puede acomodar hasta 8 pasajeros, más 4 miembros de la tripulación.
La propulsión del catamarán anfibio se obtiene con dos hélices en la popa, acopladas a dos motores diesel de 890 CV, capaces de mover la embarcación a una velocidad máxima estimada de 24 nudos.
Los cilindros "mágicos" para ir del mar a tierra firme
En la parte sumergida de Pagurus los cascos tienen un hueco que alberga dos cilindros de acero a cada lado. Estos cilindros, roscados como un tornillo, generan energía con el roce del agua y recargan las baterías del catamarán anfibio durante la navegación.

Dije "anfibios", ¿verdad? Aquí estás. Cuando el Pagurus llega al suelo, los cilindros giratorios bajan hacia el suelo, transformando el catamarán en un vehículo anfibio capaz de moverse sobre terreno arenoso o fangoso hasta 30 kilómetros por hora.
La zona central actúa como puesto de conducción de un "vehículo" que se encarga por sí solo de las actividades de carga, gracias a una pequeña plataforma grúa, que conectada mediante 4 cabrestantes eléctricos, puede cargar y descargar diversas cosas.
Lazzarini también tiene en mente un precio indicativo para la construcción (bajo pedido) de un catamarán anfibio como este.
Si te sobran cuatro céntimos, 24 millones de euros, es tuyo.

