Hace solo unos días estaba hablando de un robot de guerra de Milrem, preguntándome sobre posibles aplicaciones civiles de la tecnología.
Yo estaba satisfecho: la misma empresa cuenta con un par de robots forestales que plantan árboles en lugar de talarlos.
Los silvicultores robóticos, vehículos sin conductor humano, tienen diferentes tareas: uno planta árboles y flores, el otro es desbrozadora. Ambos son del tamaño de un automóvil pequeño y pesan alrededor de una tonelada.
Pesado como una pluma
La sembradora lleva más de 300 plántulas a la vez y podrá plantar una hectárea de bosque nuevo en 5-6 horas, para un total de 1000-3500 plántulas dependiendo de la especie. También registra la ubicación exacta de cada árbol.
El otro de los dos robots forestales, la desbrozadora, equipada con herramienta de corte y sensores de precisión, tiene la tarea de eliminar la vegetación alrededor de las plantas.
Gert Hankewitz de la Robótica milrem afirma que las huellas de los robots forestales ejercen menos presión sobre el suelo que los pies humanos y no dañan el suelo.
Ojos que piensas
Esta orientación precisa es un desafío y requiere una combinación de sensores, cámaras y GPS LIDAR basados en láser.
LIDAR proporciona una representación geométrica en 3D del entorno, pero proporciona relativamente pocos datos. Las imágenes de la cámara de alta resolución llenan los vacíos. “Todos los datos se fusionan en tiempo real, se complementan entre sí y hacen posible que los robots forestales conduzcan de forma autónoma en un bosque”, dice Hankewitz.
Las cámaras también se utilizan para el reconocimiento de imágenes y proporcionan una pantalla visual para el operador si necesita dirigir el robot de forma remota.
Pero los robots forestales serán en gran parte autónomos
De alguna manera, la conducción autónoma en entornos caóticos y desestructurados es más difícil. Y puedes imaginar lo malo que es, ya que incluso en carreteras normales todavía no ves autos conduciendo solos.
Los desarrolladores de robots forestales están abordando este problema con el aprendizaje automático, utilizando simulaciones para condiciones que pueden no ocurrir con frecuencia en la vida real.
Esto significa que los vehículos deben poder "decir" si pueden cruzar una pendiente, una zanja o un arroyo sin atascarse.
Los robots forestales realizarán la tarea de forma casi autónoma. El operador humano, que puede supervisar simultáneamente a cuatro o cinco forestales robóticos, solo intervendrá cuando sea necesario.
Gert Hankewitz, Robótica Milrem
La esperanza es que los robots forestales cuesten menos que la replantación manual de bosques o los enfoques mecanizados con excavadoras.
Muchos países de todo el mundo están intentando plantar una gran cantidad de árboles para ayudar a combatir el cambio climático.
Es una de las muchas aplicaciones emergentes interesantes que demuestran que la tecnología robótica móvil está madurando rápidamente y permite a los robots abordar nuevos tipos de tareas en entornos desafiantes.