Todo atleta quiere estar en la cima de una competencia y se prepara duro: algunos, sin embargo, recurren a enfoques incorrectos para aumentar la musculatura, la velocidad y la agilidad. Los avances en la edición de genes podrían hacer que los atletas cambien su ADN para obtener una ventaja.
Ahora, un equipo de investigación con experiencia en Química Analítica muestra en un interesante estudio los primeros pasos para detectar este tipo de dopaje genético tanto en plasma humano como en ratones vivos.
Dopaje genético: reconocerlo y eliminarlo gracias a CRISPR
El método de modificación genética llamado CRISPR / Cas es una forma popular para que los científicos cambien con precisión el ADN en muchos organismos. y recientemente ganó aún más atención cuando los desarrolladores clave del método recibió el Premio Nobel de Química 2020.
CRISPR en dos palabras
Con este método, los investigadores agregan una molécula de ARN y una proteína a las células. La molécula de ARN guía a la proteína hacia la secuencia de ADN apropiada, luego la proteína corta el ADN, como un par de tijeras, para permitir las alteraciones.
A pesar de las preocupaciones éticas relacionadas con la posible aplicación de CRISPR en humanos, algunos atletas pueden usarlo incorrectamente para alterar sus genes, en una especie de dopaje genético.
Porque de eso se trata realmente. Dopaje real.
Y precisamente porque CRISPR / Cas cambia el ADN, se considera "dopaje genético". Y como tal, está prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje, una organización internacional independiente.
Pero para contrarrestar este dopaje genético es necesario encontrarlo: para esto Mario Tevis y sus colegas querían ver si podían identificar la proteína más probable para usar en este tipo de dopaje genético. Es la proteína Cas9 de la bacteria. Streptococcus pyogenes (SpCas9) y se buscó en muestras de plasma humano y modelos de ratón.
Dopaje genético: el experimento
El equipo agregó la proteína SpCas9 al plasma humano, luego aisló la proteína y 'la cortó en pedazos'. Cuando se analizaron las piezas mediante espectrometría de masas, los investigadores descubrieron que podían identificar con éxito componentes únicos de la proteína SpCas9 a partir de la compleja matriz plasmática.
En otro experimento, se agregó SpCas9 inactivado, que puede regular la expresión génica sin alterar el ADN, a muestras de plasma humano. Con una ligera modificación, el método permitió al equipo purificar y detectar la forma inactiva.
Finalmente, el equipo inyectó SpCas9 en ratones y demostró que sus concentraciones alcanzaban su punto máximo en la sangre circulante después de 2 horas y podían detectarse hasta 8 horas después de la administración en el tejido muscular.
Los investigadores dicen que, si bien aún queda mucho trabajo por hacer, este es un primer paso hacia una prueba para identificar a los atletas que buscan obtener una ventaja injusta con el dopaje genético.
Ese día, quién sabe, podríamos descubrir algunos buenos incluso en algunos insospechados. O tener la confirmación de que los deshonestos son pocos.